Viernes, 10 de mayo de 2013 | Hoy
DEPORTES › OPINIóN
Por Diego Bonadeo
En su edición del martes, Página/12 publicó el rating promedio del partido en la TV Pública –si se lo puede catalogar de partido– entre Boca y River, que midió 30,6, y se agregaba como dato patéticamente ilustrativo que el pico de audiencia de 38,2 nada tuvo que ver con el juego. Se dio en coincidencia con los graves incidentes que estuvieron a punto de hacer suspender el partido.
Recurriendo a la memoria, uno imagina qué haría si tuviera a su cargo definir las pautas para la televisación de los partidos de fútbol.
Por de pronto, nada de lo que llaman “previa”, en la que se muestra a hinchas que en general aparecen o bien besando la camiseta o bien en actitud del clásico “aguante viejita” para gastar al adversario.
Sin cámaras en los vestuarios, ni primeros planos de los entrenadores o de sus ayudantes. Durante los partidos tomar planos exclusivamente del juego y ni por error enfocar a las tribunas para que “Los borrachos del tablón”, “Nunca hicimos amistades”, “La Buteler”, “La guardia imperial”, “Hinchadas Unidas Argentinas” y tantas otras organizaciones con fines de lucro, vayan desapareciendo, atropelladas por el anonimato mediático.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.