DEPORTES › EL EQUIPO DE NUÑEZ TUVO EL MEJOR ARRANQUE DE LOS ULTIMOS DIEZ TORNEOS

La máquina de River no quiere detenerse

Ramón Díaz calificó al último partido de su equipo de “perfecto”. Con el puntaje ideal, 13 goles a favor –un promedio de 4,3 por partido– y sólo uno en contra, es el comienzo más espectacular de River en el último lustro.

Producción: Adrián De Benedictis

Es una máquina. River tuvo el mejor arranque de los últimos diez torneos, con puntaje ideal y promedio de gol de 4,3 por partido. Para muchos, la suerte de este Clausura 2002 está echada. Pero los jugadores del puntero prefieren desactivar la bomba de la expectativa y echan mano a la ya remanida fórmula del “paso a paso” que usa hasta el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov. En River hicieron economía, pero no ahorraron fútbol, y a pesar de un arranque trepidante, la brutal eficacia de sus últimas dos goleadas lo han puesto en el pedestal del candidato.
“A mí me causa gracia –dice el arquero Angel Comizzo–. Después de ganarle 3-1 a Talleres en la primera fecha decían que River no andaba bien y ahora todos lo califican de máquina. La verdad es que no los entiendo.” En ese partido, el equipo de Ramón Díaz dejó cuentas impagas en la ventanilla del juego, pero la eficacia conseguida en la siguiente semana, con dos goleadas, 4-0 sobre Huracán y 6-0 sobre Unión, alejaron esos fantasmas. Al menos por un tiempo. La última goleada fue calificada por el entrenador Díaz como “el partido perfecto”.
La estadística prueba que éste es el mejor arranque de River en los últimos diez torneos oficiales del fútbol argentino (ver recuadro). Al completarse las tres primeras fechas, desde el Apertura ‘97 a este Clausura 2002, River sólo tuvo puntaje ideal en tres certámenes: el Clausura 1999 –cuando compartía la punta con Boca–, el Clausura del año pasado –líder junto a Unión– y el actual campeonato. Pero en ninguno de los otros dos torneos había marcado tantos goles: apenas cuatro en el ‘99 y once en el 2001. En ninguno de los dos torneos, valga la aclaración, terminó siendo el campeón: Boca y San Lorenzo le ganaron la porfía. ¿Un anticipo de lo que vendrá?
En River apuntan algunas razones distintivas para explicar este presente venturoso. Son conscientes de que, jugador por jugador, tienen el mejor plantel en el fútbol actual. Mientras Boca fue drenado sin recupero, River pudo reforzarse en los últimos tiempos, pese a las ventas: en los últimos dos años llegaron Ortega, Cambiasso, Comizzo, Husain, Lequi, Celso Ayala, Esnaider, y se promocionó a D’Alessandro y Cavenaghi. Racing se había reforzado muy bien para el torneo anterior, pero no cuenta con jugadores de la clase de Ortega o D’Alessandro.
Además, desde que Ramón Díaz impulsó el cambio táctico para jugar con tres defensores, dos volantes de marca, dos laterales y con D’Alessandro como enganche para darle mayor poderío ofensivo a Ortega –lo que algunos califican como un 3-4-1-2–, River ha tenido un carnet impresionante, ganando ocho de los últimos diez partidos que jugó con ese esquema, marcando 35 goles. No cuenta el 0-4 con Boca en Mar del Plata: esa noche jugó con cuatro defensores.
El funcionamiento colectivo, en el que los jugadores aseguran sentirse cómodos, se complementa con algunas actuaciones individuales sorprendentes, que favorecen la marcha del equipo, como la de Fernando Cavenaghi, el delantero que no se arredró ante las llegadas de Juan Esnaider y Daniel Fonseca, que venían a ocupar su puesto, y que convirtió cinco de los 13 goles de River en el torneo. Tal es la sorpresa que ayer se conoció un presunto interés de la Roma, cuyos dirigentes habrían pedido informaciones sobre él y decidido seguir con atención su carrera.
“El campeonato recién empezó, jugamos tres finales pero todavía quedan 16”, opinó Comizzo. “Lo que tenemos que hacer es progresar y jugar bien al fútbol.” Para el arquero, River es candidato, pero también lo son Boca y San Lorenzo. “No creo que haya más equipos en condiciones de dar lucha hasta el final.”
Para D’Alessandro, “el equipo está creciendo día a día. Y todavía debe hacerlo mucho más”. Pero el volante metió el freno: “Por eso no debemos descuidarnos con Estudiantes y Chicago, que están peleando abajo. Serán partidos duros, porque nosotros necesitamos ganar y ellos también, aunque por diferentes razones”. Eduardo Coudet señala que la diferencia es “el gran plantel que tiene River” y asegura que “jugando así, es más difícil que River pierda puntos, o directamente partidos”. Para Christian Ledesma, uno de los dos volantes centrales –el otro puesto se lo disputan Cambiasso y Husain–, la fórmula del puntero es “manejar la pelota en todos los sectores del campo. Cuando River maneja la pelota, llega más rápido al área rival”.
River arrancó como una máquina. Mañana, ante Estudiantes, en La Plata, con Comizzo; Garcé, Ayala, Rojas; Coudet, Ledesma, Husain, Zapata o Cambiasso; D’Alessandro; Ortega, Cavenaghi, podrá escribirle un nuevo capítulo a esta historia.

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