El gol de Angel Correa se gritó en Boedo y también en Avellaneda. San Lorenzo le empató a Argentinos con ese golazo y le dio una última cuota de esperanza a Independiente, que todavía es de Primera. La igualdad supone que el conjunto de Miguel Brindisi, que el domingo había caído con River, todavía no perdió la categoría, aunque quedó muy cerca (ver aparte), y el punto terminó sabiendo a poco en el equipo de La Paternal, que todavía continúa en situación comprometida. Tampoco le sirvió a San Lorenzo, al que la igualdad lo dejó fuera de combate, ya que Newell’s, el puntero del torneo, se le escapó siete puntos cuando quedan apenas dos fechas por jugarse.

El gol de Lucas Rodríguez, cuando promediaba el primer tiempo, sorprendió a locales y ajenos, aunque no a los hinchas de Argentinos. El conjunto visitante se había parado para jugar de contragolpe y la corrida de Nagüel, que superó la estirada de Ibáñez, fue conectada de manera poco ortodoxa por el volante; la pelota entró de manera curiosa en el arco, pero marcó la diferencia, con lo que Independiente perdía la categoría.

San Lorenzo había dispuesto de algunas chances más, pero al no concretarlas no justificaba una ventaja. Argentinos combatía en el medio y en ese terreno primereaba y la pelota no salía fluida para los delanteros santos.

Los cambios del segundo tiempo le dieron otro entusiasmo al once local, y transcurrido el cuarto de hora llegó la jugada del empate, una corrida de derecha a izquierda de Correa que dejó tres hombres en el camino, de golpe quedó solo frente a Nereo Fernández y entonces cruzó la pelota ante el achique del arquero, para decretar el empate tan festejado por los hinchas de Independiente.

“El punto al menos nos sirve para pelear contra San Martín de San Juan”, se consoló Ricardo Caruso Lombardi, el entrenador de Argentinos. A San Lorenzo le dio bronca no haber podido ganar. Independiente respiró un poco.