DEPORTES
La octava fue la vencida y Quilmes volvió a la A
Luego de siete ocasiones desperdiciadas desde el 2000, el equipo quilmeño consiguió el segundo ascenso directo a Primera al empatar con Argentinos.
Luego de siete chances desperdiciadas desde el 2000, Quilmes regresó ayer por la tarde a la Primera División del fútbol argentino, después de 12 años, al igualar sin goles con Argentinos en el partido desquite de la final por el segundo ascenso de la B Nacional, que se jugó en el estadio de Ferro. El conjunto conducido por Gustavo Alfaro defendió la diferencia de un gol conseguida en el primer encuentro de la serie, y así cristalizó un sueño que atormentó a su gente en las últimas tres temporadas.
Las 15 mil personas que llegaron a Caballito para acompañar a Quilmes, deliraron por la conquista de un logro que parecía lejano en el transcurso de una temporada irregular, en la que Alfaro estuvo al borde del despido en más de una ocasión. Argentinos, que llegaba como favorito, tendrá una nueva chance para intentar el ascenso: ante Chicago en la Promoción.
“Pusimos a un grande en su lugar, la Primera. Ahora es momento de disfrutarlo, porque nos constó un huevo y la mitad del otro”, se desahogó el capitán de Quilmes, Gustavo Raggio. Además, el defensor agregó: “Todavía no nos dimos cuenta de lo que hicimos. En el club se vivía una locura generalizada, que la empezamos a notar después del partido contra Belgrano (última fecha de la fase regular)”.
Quilmes llegó a Ferro con la misión de conservar la ventaja y lo hizo, aunque por momentos, con mucha angustia. La propia ansiedad y el temor por no sufrir otra frustración lo sumieron en un encierro peligroso que Argentinos, por su falta de ideas, no supo aprovechar.
El partido fue de muy bajo nivel, y la única situación de peligro fue para Argentinos. A los 37 minutos del segundo tiempo, Testa estrelló un cabezazo en el palo derecho y Desábato despejó el rebote. No hubo más que eso para el conjunto de La Paternal. Entonces, Quilmes por fin pudo festejar su regreso a Primera.
En medio de los festejos, el entrenador Alfaro señaló que la clave del ascenso fue “convencerse desde adentro que se podía”, y resaltó “el apoyo de los directivos” que lo mantuvieron en el cargo pese a las críticas.