Hay fiesta en el Viaducto. En Los Tres Ases, la emblemática pizzería de Sarandí, se juntan los hinchas que no viajaron a Catamarca e intentan cortar la avenida Mitre. De a ratos lo logran, de a ratos no. No importa. Para ellos, el festejo, uno más, es inolvidable. Arsenal, el hijo dilecto del barrio, volvió a conseguir un título. Esta vez fue la Copa Argentina, luego de derrotar sin atenuantes 3-0 a San Lorenzo en la final. De esta manera, el conjunto de Gustavo Alfaro volverá a jugar la Copa Libertadores. Nicolás Aguirre, Mariano Echeverría y Emilio Zelaya anotaron los tantos del nuevo campeón.

El partido disputado el sábado entre los mismos rivales no pasó inadvertido para los jugadores de San Lorenzo. Aquellas dos expulsiones de Gentiletti y Navarro estaban en la memoria de todos, por lo que el equipo de Pizzi entró condicionado, más pendiente de lo que pitaba Delfino que de la importancia del compromiso. Y aunque el árbitro pasaba inadvertido, las protestas desenfocaban al conjunto de Pizzi. Por eso, por más que tenía el control de la pelota, le costaba generar peligro. En cambio, con un planteo más austero, con la premisa de resignar la pelota para no perder orden y con paciencia para esperar la oportunidad para contragolpear, Arsenal se mostraba más peligroso e incluso casi sorprende con un remate desde lejos de Furch que pasó cerca del palo de Torrico.

Con ese panorama, la propuesta de San Lorenzo moría en tres cuartos de campo. Apenas una vez pudo romper el cerrojo defensivo de Arsenal a través de una corrida de Correa, pero Campestrini salió rápido y controló la acción. El resto de las maniobras, más allá de las interesantes trepadas de Buffarini por la derecha, terminaban en centros flotados que facilitaban las tareas de los centrales y de Campestrini.

Sin ocasiones de peligro y con las acciones lejos de los arcos, Arsenal tuvo la chance que estaba esperando. Torrico salió lejos y mal con los puños y le dejó la pelota muerta a Aguirre, que con mucha picardía la tomó de sobrepique y, con un cabezazo desde afuera del área, venció al arquero adelantado y al desesperado cierre de Mas. El gol descontroló a San Lorenzo, que casi se inmediato se quedó con diez hombres por la expulsión de Piatti, que le metió un tremendo planchazo a Damián Pérez. Con un gol en contra y un jugador menos, a San Lorenzo se le complicaba el panorama, sobre todo porque Arsenal tenía el partido en el desarrollo que más quería y en el que más cómodo se siente.

El segundo tiempo sirvió para ratificar las sensaciones que había dejado la primera mitad. Arsenal aprovechó los espacios que regalaba San Lorenzo y liquidó el partido con sencillez y eficacia. Primero fue Echeverría, con una palomita, que recibió la habilitación de cabeza de Furch y sometió a Torrico. Y un rato más tarde, Zelaya armó una notable maniobra por izquierda, se sacó dos hombres de encima y definió con un remate notable que hizo estéril la estirada de Torrico. De ahí al final fue sólo un trámite. San Lorenzo mostraba toda su impotencia y ni siquiera inquietaba a Campestrini. En cambio, con espacios a favor, Arsenal dominaba los tiempos y generaba chances para aumentar. Por eso, en el barrio, allá en el Viaducto empezaron con los festejos inolvidables, al igual que en Catamarca lo hacía ese puñado de hinchas en el codo y los guerreros de Alfaro en el campo.

0- SAN LORENZO

Torrico; Buffarini, Alvarado, Gentiletti, Mas; Mercier, Ortigoza; Correa, Romagnoli, Piatti; Verón.

DT: Juan Antonio Pizzi.

3- ARSENAL

Campestrini; Nervo, Echeverría, Braghieri, D. Pérez; Montero, Zaldivia, Marcone, Aguirre; J. Gómez, Furch.

DT: Gustavo Alfaro.

Estadio: Bicentenario (Catamarca).

Arbitro: Germán Delfino.

Goles: 37 m Aguirre (A); 55 m Echeverría (A); 66 m Zelaya (A).

Cambios: 53 m Rolle por Montero (A) y Zelaya por Gómez (A); 58 m Villalba por Correa (SL); 61 m Elizari por Verón (SL); 68 m Carrera por Aguirre (A)

Incidencias: 44 m expulsado Piatti (SL).