[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

“Jugar bien se hace difícil con tantos lastimados, falta que entre (Carlos) Bianchi y se lesione.” El urticante tema de las lesiones en Boca fue motivo de discusión en la larga charla que brindó ayer Juan Román Riquelme luego del entrenamiento del equipo, un día después de que el desgarro de Juan Sánchez Miño elevara a 47 la lista de lesionados en lo que va del año en el club de la Ribera.

De su problema físico que lo marginó para jugar el último fin de semana, dijo Riquelme: “Me siento bien, he pasado una semana junto a mi familia con fiebre y vómitos. Por suerte ahora estoy mejor. Pero la verdad es que no estuve bien, me sentía débil y no podía entrenar con normalidad de esa manera”.

El astro también salió al cruce del “cuestionamiento de si juego poco por las lesiones. Repito que no miro ni escucho ni leo nada. Cuando miro los partidos por TV, bajo el volumen. Para mí es valedera mi opinión sobre mi juego porque yo sé bien cuándo lo hago mal”.

El ídolo boquense volverá al equipo titular el domingo, contra Tigre: “Nosotros vamos a intentar sumar de a tres el domingo, nos quedan cinco partidos complicados e intentaremos sumar lo máximo que podamos, veremos cómo podemos terminar el campeonato”, agregó. “Todavía estamos en carrera, quedan 15 puntos en juego y lucharemos hasta el final. Intentaremos ganar el domingo y después pensaremos en el próximo partido.”

Riquelme opinó que el actual es “un torneo parejo” debido a que “no hay un equipo que se destaque por sobre el resto”, pero admitió que Newell’s “tiene una ventaja”, ya que el sábado recibirá “como local” al escolta San Lorenzo. Además, sostuvo que tampoco hay que olvidarse de Arsenal de Sarandí: “Tiene un gran equipo que ganó la Copa Argentina y tiene que enfrentar a Newell’s y a nosotros. Por eso, para mí, tiene también chances. Aparte, hace rato que vienen jugando juntos y es un equipo armado”.

Con respecto a Fernando Gago, dijo: “Hay que pensar que nosotros, en la primera mitad del año que viene, vamos a tener el mejor refuerzo, que es Gago. Fernando va a estar a mejor y va a volver a su nivel y nosotros lo vamos a aprovechar”.

Con respecto al ejercicio táctico realizado por Carlos Bianchi, en donde el técnico puso en un posible equipo titular a Leandro Paredes, el juvenil de 19 años recuperado de una lesión hace cinco semanas: “Para mí es un sueño jugar con Paredes. Veremos mañana (por hoy) si en el equipo titular (en la práctica de fútbol) Carlos lo vuelve a poner. Nunca jugué de entrada junto a Leandro. Los que dicen y preguntan, o dudan de que dos jugadores de nuestro estilo puedan jugar juntos, no lo hacen cuando meten ocho atrás y son todos de marca y defensivos”, sentenció.

“Es un sueño jugar con todos los chicos que salieron de las inferiores: Pablo (Ledesma), Juan (Sánchez Miño), Lucas (Viatri) y otros. Cuando yo pregunto en Boca por un 9 o un 5 o un 10 de las inferiores, todos me dicen que son cracks. Pero pienso que decir eso es apurar los tiempos”, añadió.

Riquelme consideró que “hoy los chicos ya tienen auto y celular como los de Primera. Cuando llegan a Primera no se dan cuenta y no lo valoran porque ya tienen todo antes. A mi viejo los representantes le ofrecían dinero y él nunca quería. A mi vieja, para jugar, la tuve que convencer porque quería que siguiera estudiando”.

El próximo domingo, Riquelme cumplirá 17 años como futbolista profesional. “Tuve la suerte de ser dirigido por (José) Pekerman y el Coco (Basile), pero en el final de mi carrera, y a partir del ’98, conocí al más grande de todos los tiempos, único en ganar cuatro Copas Libertadores y tres Intercontinentales. Así que no creo que le molesten las críticas con todo lo que ganó”, dijo en una ardorosa defensa de Carlos Bianchi.

“Nunca dirigió la Selección nacional. Si lo hubiese hecho y ganado una Copa América, nadie lo superaría. Y nadie discutiría que es el más grande, por lo menos ésa es mi opinión.” Y con respecto a su continuidad en el club, sentenció: “Cuando llegue el momento, si el entrenador y los dirigentes quieren, en 30 segundos arreglamos todo”.