Racing necesitó sólo un tiempo para despachar a su clásico rival, Independiente, en el duelo de verano que se disputó anoche en Mar del Plata. El equipo dirigido por Reinaldo Merlo se mostró mucho más preciso y contundente, y en apenas 45 minutos le convirtió tres goles a su máximo adversario. Todo se comenzó a resolver muy rápido, debido a que cuando habían pasado sólo 48 segundos, Racing se puso en ventaja a través de Hauche, quien definió con una chilena luego de un saque largo de Saja. Encima, a los cinco minutos se fue expulsado Morel Rodríguez por una infracción violenta a Villar, que tuvo que ser reemplazado.

Con un jugador menos, a Independiente se le hizo todo más difícil. Y sobre todo cuando el árbitro cobró un penal para Racing por una supuesta falta del arquero sobre Hauche. Sebastián Saja se encargó de ejecutarlo y, con un tiro recto y alto, marcó el segundo gol. En el final del primer tiempo, Ortiz se elevó en el área rival y con un cabezazo bombeado superó la mala salida del arquero para marcar el tercero.

Independiente trató de salir a controlar la pelota en el segundo tiempo, pero pocas veces lo consiguió y se mostró impotente ante la superioridad numérica de Racing. El técnico De Felippe intentó tener la iniciativa con los ingresos de Villalba y Miranda, pero en ningún momento lo logró.

El objetivo de Racing era hacer circular la pelota hacia los costados para desgastar a su adversario y, cuando podía verticalizar, lo hacía con pases profundos buscando al delantero mejor posicionado. A medida que pasaban los minutos la impotencia de Independiente iba en aumento y parecía resignado ante el juego de Racing.

El final se hizo muy aburrido, ya que el ganador no presionaba con la intención de aumentar la ventaja, e Independiente no exhibía inteligencia para revertir la situación.