Juan Román Riquelme, quien está en la etapa final de la recuperación de un desgarro en el aductor izquierdo, continuó ayer con la puesta a punto física de cara al primer semestre del año, cuando Boca jugará el torneo Final y la Copa Argentina. Riquelme hizo trabajos de kinesiología y luego trotó en una de las canchas del complejo de Casa Amarilla junto al kinesiólogo Leandro Betchakián, pero sin tener contacto pleno con la pelota. El enlace, quien se lesionó en la penúltima fecha del torneo Inicial pasado ante All Boys, se mantiene al margen de los ensayos futbolísticos que viene llevando a cabo el plantel, ya que la idea es que llegue a pleno para la competencia oficial.

El entrenador Carlos Bianchi había anunciado el viernes pasado, en una conferencia de prensa que brindó en la Bombonera, que Riquelme se sumaría al grupo para iniciar de manera formal la pretemporada entre martes o miércoles.

Por su parte, el defensor Claudio Pérez, quien durante toda la semana pasada trabajó de manera diferenciada por una fatiga muscular en la pierna derecha, se sumó al resto de sus compañeros e hizo fútbol. El resto del plantel se dividió en dos grupos y, mientras uno practicó definición, el otro hizo fútbol en espacios reducidos, con la orden de presionar constantemente y jugar a un toque, incluso los arqueros.

Con remeras amarillas estuvieron Trípodi, Burdisso, Insúa, Gago, Celeste, Rivero y Fragapane. Con remeras naranjas estuvieron Vicentín, Grana, Ledesma, Pérez, Colazo, Riaño y Martínez, mientras que Joel Acosta vistió una pechera blanca y actuó como comodín.

El plantel volverá a trabajar esta tarde desde las 18.30 en el complejo Pedro Pompilio y mañana repetirá la modalidad de doble turno. Al mediodía de mañana será el viaje a Mar del Plata donde, desde las 22.10, enfrentará a Estudiantes en su primer partido del verano, y regresará a Capital Federal apenas terminado el encuentro.