En cuatro días, San Lorenzo dejó atrás el mal arranque de temporada que había tenido. Gracias a su triunfo ante Racing y al que ayer logró en La Paternal, el campeón recuperó la sonrisa y vuelve a mirar con optimismo el futuro. El 2-0 con el que se sacó de encima a Argentinos fue tan claro como justo por lo hecho en la segunda mitad, luego de un primer tiempo muy parejo y cerrado. Para Argentinos fue la segunda derrota consecutiva, circunstancia que lo mantiene hundido en la zona de descenso.

La primera mitad mostró a un Argentinos más decidido que San Lorenzo, plantado para evitar errores y sin muchas ambiciones ofensivas. El equipo de Borghi manejó más la pelota y tuvo la chance más clara en los pies de Cano, pero elevó el remate en el área tras recibir de Vittor. Sin embargo, en el final de la primera parte, San Lorenzo logró el gol que cambió la historia del partido. Romagnoli combinó con Correa, que buscó la pared con un taco. En ese momento, los centrales de Argentinos fallaron en el cruce y le devolvieron la pelota a Correa, que, cara a cara con Migliore, habilitó a Romagnoli para que anotara la apertura.

Con la ventaja, San Lorenzo tomó el control estratégico del partido y fue aprovechando la desesperación de Argentinos para justificar el triunfo. Con Correa como líder ofensivo, el equipo de Bauza se mostró muy peligroso de contragolpe y fue generando posibilidades para aumentar. Por el contrario, Argentinos no encontraba claridad, situación que se tradujo en mínimas chances de inquietar a Torrico. Con ese panorama, las ocasiones de San Lorenzo se fueron sucediendo hasta que Matos no falló. Correa encaró en el área y como lo cerraron, tocó atrás para la entrada del ex delantero de All Boys, que se acomodó y colocó un derechazo con comba pegado al segundo palo que dejó sin opciones a Migliore. Así San Lorenzo aseguró la victoria que justificó en la segunda mitad.

Leandro Romagnoli celebra su gol con Mauro Matos y Angel Correa, que lo asistió en el área.