Godoy Cruz dio el golpe en el Monumental ante un River que salió con gran envión y terminó desdibujado, recibiendo el 2-1 en tiempo de descuento. El equipo de Ramón Díaz salió decidido a imponerle su juego y su historia a un Godoy Cruz que se plantó a la espera de lo que proponía su rival. Por eso, los primeros minutos marcaron una clarísima superioridad del conjunto local, que tenía a Teo Gutiérrez y Carbonero como las principales vías ofensivas. De esa manera, la noche para Carranza pintaba como muy complicada. Para colmo, de la inspiración de los atacantes colombianos llegó el primer tanto, que auguraba una noche cómoda para las ilusiones riverplatenses. Pero dos horas más tarde todo terminó siendo diferente.

Teo Gutiérrez hizo la pausa justa y habilitó de manera perfecta a Carbonero, que cedió de primera para que Cavenaghi definiera con tiempo y espacio ante el achique desesperado del arquero. Lo que debía tener un efecto tranquilizador para manejar el desarrollo terminó resultando contraproducente para River. Es que se pasó de tranquilizador y decantó en paralizante. Por eso, la defensa durmió en un corner, Barovero dio un rebote largo tras un remate de Fernández y Grimi madrugó a todos para marcar la igualdad.

A partir de ese momento, el partido de River fue distinto. Por el peso de sus individualidades y por el empuje de la gente generó algunas ocasiones para convertir. Sin embargo, ya no tuvo el control del partido como en ese inicio. Por eso, Barovero se fue convirtiendo en figura. Y con la roja a Alvarez Balanta terminó de quedar expuesto. Zafó del segundo en una jugada polémica con un tanto de Rodríguez que fue anulado por offside de Aquino, que no tocó la pelota. Pero finalmente, en el descuento, el delantero paraguayo definió con cara externa para vencer al arquero y decretar el merecido triunfo mendocino.