Después de 41 años, Huracán pudo gritar campeón en un torneo nacional. Sufriendo, como marca su historia, venció por penales a Central tras el empate 0-0 y se quedó con la Copa Argentina. Como en las dos series anteriores, ante Banfield y Estudiantes, Marcos Díaz fue el héroe al atajar dos penales. Como yapa, el conjunto de Parque Patricios, que está luchando por regresar a Primera División, jugará la próxima edición de la Copa Libertadores. Huracán, que nunca en su historia había ganado una serie de penales, logró cuatro en su camino al título. Y en ese trayecto dejó a cinco equipos de Primera (Boca, Banfield, Estudiantes, Rafaela y Central). A los rosarinos, a la tristeza de la derrota se le sumó la pérdida de uno de sus emblemas, ya que Angel Tulio Zof, tres veces campeón como DT de Central, falleció a los 86 años, minutos antes de que arrancara la final.

Los primeros minutos dejaron en claro el excesivo respeto con que salieron a jugar. Los movimientos parecían estudiados, sin que nadie realizara un paso distinto o no previsto, por miedo a la equivocación. Con ese panorama, el desarrollo se tornó monótono, con escasas emociones y nulas chances de gol. Tanto que en el recuento de las llegadas se daba el mismo resultado que en el encuentro: cero por bando. Ni siquiera se pudo contabilizar un solo tiro al arco con cierto peligro.

A los dos equipos les faltaba sorpresa, cambio de ritmo y sumar gente en ataque. Lo malo es que con el correr de los minutos las posturas se acentuaban. Parecía que los dos apostaban a los penales casi desde el vestuario. Un centro que Caranta no supo descolgar y casi recoge Erramuspe marcó la primera alarma para Central, cuando ya había pasado una hora de juego. Y un ratito después, un desborde de Ferrari que Domínguez despejó de cabeza fue la respuesta del equipo rosarino. A esa altura, el cansancio empezó a aflojar un poco las marcas. Y así Abila tuvo la ocasión más clara de la noche, con un mano a mano que Caranta le tapó con los pies. Ya sobre el final, Domínguez tuvo su chance con un cabezazo tras un centro de Arano. Con poco, Huracán estuvo más cerca de quedarse con el partido en los 90.

Entonces llegó la serie, que tuvo muchísima más emoción que la final. Parecía de Central, cuando Huracán falló dos de sus tres primeros remates. Pero luego marró Ferrari y apareció Díaz con sus inolvidables atajadas a Caranta y Encina para que el viejo Globo de Parque Patricios se quede con un festejo tan postergado como merecido.

0- CENTRAL (4)

Caranta; Ferrari, Gómez Andrade, Donatti, Delgado; Encina, Musto, Barrientos, Becker; Valencia, Niell.

DT: Miguel Russo.

0- HURACAN (5)

M. Díaz; Erramuspe, Mancinelli, E. Domínguez, Arano; Villarruel, Vismara; Espinoza, Toranzo, G. Martínez; Abila.

DT: Néstor Apuzzo.

Estadio: Bicentenario (San Juan).

Arbitro: Mauro Vigliano.

Cambios: 45m Medina por Becker (C); 67m Abreu por Valencia (C); 72m Gallegos por Villarruel (H); 77m Torassa por Espinoza (H); 82m Correa por Niell (C); 85m Romero Gamarra por Toranzo (H).

Penales: Por Central convirtieron Barrientos, Delgado, Abreu y Correa. Ferrari tiró desviado, Díaz les atajó a Caranta y Encina.

Por Huracán convirtieron Domínguez, Erramuspe, Torassa, Arano y Mancinelli. Caranta le atajó a Martínez, Abila tiró desviado.