El equipo argentino de Copa Davis tiene nuevo capitán. Pero más allá del nuevo nombre, el elegido trae un plus: con la llegada de Daniel Orsanic al cargo, el regreso de Juan Martín Del Potro al conjunto nacional es una chance más que concreta. La gran relación entre el tandilense y el ex tenista resultó clave en la nueva elección.

Si bien la confirmación oficial desde la Asociación Argentina de Tenis recién se hará el próximo lunes y la presentación quedará para el día siguiente, Orsanic ya es el elegido para ocupar el puesto que le pertenecía a Martín Jaite hasta la serie con Israel por la permanencia en el Grupo Mundial. El nuevo capitán era el principal candidato de la dirigencia, pero el fallecimiento del presidente Arturo Grimaldi retrasó la decisión.

Hasta el momento, Orsanic es director de desarrollo de la AAT. Como jugador, su mejor ranking en singles fue 107, pero se convirtió en especialista en dobles. Su arribo al cargo no fue sencillo, teniendo en cuenta que Héctor Romaní, el actual vicepresidente, no está a favor de su designación. Sin embargo, como perdió la elección, decidió pedir licencia, para no interferir con la llegada del nuevo capitán. Además, Romaní es la principal traba para el regreso de Del Potro, que no lo quiere y más de una vez lo apuntó como uno de los responsables de su ausencia del plantel.

Ante esa situación, el actual titular de la entidad, Armando Cervone, promovió la llegada de Orsanic, para intentar recomponer la relación con el mejor tenista argentino de la actualidad, independientemente de lo que diga el ranking mundial. Del Potro y el nuevo capitán tienen una relación fluida, que incluso motivó que llevara al ex cuatro del mundo a entrenarse junto a la nueva camada de jugadores de la AAT que participaban del Masters de Menores.

De esta manera, Del Potro, enemistado con Romani pero con buena relación con dirigentes que antes no tenían peso en las decisiones, vio con buenos ojos la llegada de Orsanic y podría regresar al equipo en la primera ronda de 2015, frente a Brasil. De confirmarse, el tandilense volverá a ser el abanderado del equipo luego de más de dos años de ausencia, desde la semifinal de 2012 ante República Checa.