“Me alegra que les haya gustado mi trabajo porque uno tiene un método. Valoraron lo que uno hace. Bernardo (Romeo, el manager) me dijo que les ha gustado mucho y hoy (por ayer) se juntan para hablar del tema contractual”, sostuvo Pablo Guede, el entrenador apuntado por la comisión de San Lorenzo para suceder a Edgardo Bauza. El técnico argentino, de 41 años, quiso ser cauto hasta que se defina su llegada al club y destacó que su objetivo inmediato pasa por sellar el pasaje a la Copa Sudamericana con Palestino de Chile, su equipo actual. Su último partido allá es el 20 de diciembre.

Guede enfatizó que le gusta que sus equipos “presionen, recuperen rápido y tengan la pelota el mayor tiempo hasta encontrar espacios para atacar”. “Presionar es una cuestión de actitud o voluntad. Pasa por la voluntad, que el jugador tenga ganas de correr. Lo que se trata es de que corran menos y corran bien. No es cuestión de edad. El año pasado pude presionar bien alto. Esta temporada, por las características de mis jugadores, debimos retroceder un poco”, explicó en diálogo con La Red, al tiempo que confirmó que sería una alegría dirigir al club del cual es hincha.

“Cuando renové hace un año en Palestino puse como cláusula de salida que había tres equipos que deseaba dirigir: San Lorenzo, Málaga y Argentinos”, agregó. Una eventual llegada al club de sus amores le demandaría mucho trabajo, porque a lo largo de la temporada el equipo comandado por Bauza optó por hacerse fuerte en defensa, no perder el orden y apostar al contraataque. Sin referirse a este tema, el técnico destacó que “al llegar hay que adaptar la idea a los futbolistas. Siempre tratando de que jueguen de la manera que a uno le gusta. A veces se puede hacer en un 80 por ciento y otras en un 50”, analizó.

Entre otros aspectos futbolísticos, remarcó la importancia de “tratar de achicar el margen de error en cada partido. Para lo cual hay que estar pendiente de todo, mirar al rival y analizar a tu equipo”. Alejado del pelotazo y admirador del juego dinámico y ofensivo, indicó que “dársela al arquero es una posibilidad más. Si el arquero juega, uno ataca con once”.