DEPORTES › IGUALO 2-2 CON RIVER Y BUSCARA LA COPA SUDAMERICANA ANTE INDEPENDIENTE SANTA FE

El vuelo del Globo a su primera final

En un partido cargado de emociones, Huracán consiguió el resultado para imponerse en la serie semifinal. Toranzo y Abila marcaron para el equipo de Domínguez, mientras que Mora en dos ocasiones logró que los de Núñez llegaran a un empate que no les alcanzó.

 Por Adrián De Benedictis

El envión de Huracán sigue adelante. El equipo se instaló en la final de la Copa Sudamericana, luego de eliminar nada menos que al campeón, River, y Parque Patricios sigue delirando en busca de más gloria. El plantel hizo valer la diferencia alcanzada en el primer partido, y el empate de anoche le permitirá enfrentar la semana próxima a Independiente Santa Fe de Colombia, para dar el último paso antes de llegar a la cima internacional. River se despidió del torneo ofreciendo un juego vacío de inventiva, y apenas los goles de Rodrigo Mora le permiten viajar al Mundial de Clubes en Japón con un poco más de expectativa.

El festejo de Cristian Espinoza en el estadio Monumental, hace tres semanas, terminó siendo determinante para acceder al encuentro decisivo y la igualdad en dos de ayer lo deja en la puerta de alcanzar una nueva estrella. Si finalmente logra subir a lo más alto del podio, este certamen internacional se sumará a la Copa y Supercopa Argentina obtenidas en el último año.

El local mostró una gran supremacía sobre River durante el primer tiempo, y con mucha contundencia frente al arco pudo sacar dos goles de diferencia. Primero Toranzo, con un tiro de derecha, y luego Abila, con un toque suave de cabeza después de superar al arquero con un sombrero, hicieron derrumbar cualquier ilusión de los visitantes. En ambas ocasiones, la respuesta de Barovero no fue la mejor, y quedó la sensación de fragilidad en sus reacciones.

Pero Huracán no sacó la diferencia por los errores ajenos, sino que fue el que se adueñó de la iniciativa del juego, con un trabajo incansable de los mediocampistas. En ese rubro, entre Vismara y Bogado se encargaban de recuperar la pelota, y el incansable Espinoza provocada desequilibrio permanente por la banda derecha. El joven se fue lesionado en el segundo tiempo, y en las próximas horas se sabrá la gravedad de la lesión. En el caso de que no pueda jugar la final, Huracán perderá un hombre clave.

El problema de River era que no tenía un jugador capacitado para generar juego en ofensiva. Con Sánchez –se fue expulsado en el final por pelearse con un alcanzapelotas– en un bajo nivel, dos volantes centrales y Vangioni por la izquierda, el equipo carecía de opciones combinadas para dejar con chances a sus delanteros. Lo único que generó en el primer tiempo fue un cabezazo de Alario que Marcos Díaz controló sin inconvenientes.

El técnico Marcelo Gallardo se dio cuenta de esa falencia y para el inicio de la segunda parte decidió los ingresos de Gonzalo Martínez y Mayada. Con ellos, River comenzó a atacar más por los costados, mientras Huracán eligió esperar en su campo, y apostar al contraataque para encontrar mal parado a su adversario.

La incertidumbre para el local se instaló cuando Mora descontó con un derechazo impecable para ubicar la pelota en el ángulo. A esa altura, Huracán ya había perdido el control del desarrollo, y la tensión aumentó cuando el mismo uruguayo empató el partido con un tiro al lado del palo.

De todas maneras, la reacción visitante no alcanzó para llegar a la hazaña del triunfo, y el desahogo final llegó cuando el árbitro marcó el final. Con sufrimiento, pero con mucho coraje, Parque Patricios vive un tiempo de éxtasis que no se puede detener.

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Wanchope Abila quiere abrazarse con todo el estadio después de marcar el segundo gol de Huracán.
Imagen: DyN
 
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