Racing juega hoy ante Puebla el partido revancha de la primera fase de la Copa Libertadores tras igualar 2 a 2 de visitante, con la urgencia de alcanzar una clasificación que le permita lograr un éxito deportivo y económico, pues el certamen continental es su máximo objetivo en este primer semestre.

Tras el resultado conseguido en México el miércoles pasado, el equipo de Facundo Sava clasificará con una victoria o una igualdad sin goles o en 1, por haber convertido dos tantos como visitante. Si Puebla triunfa avanzará a la próxima instancia, lo mismo en caso de empatar por más de dos tantos. Si se repite el resultado de la ida la definición será por penales.

En la parte celeste y blanca de Avellaneda son conscientes de que el encuentro de esta noche será determinante para el futuro inmediato. El pase a la fase de grupos le permitirá al club seguir posicionándose a nivel internacional, aunque también es relevante por el dinero que ingresaría a su tesorería –por cada partido de local de la zona de grupos la Conmebol desembolsa 600.000 dólares–, fundamental para sostener el plantel con muchas figuras que conformó.

La llegada de refuerzos del nivel de Lisandro López, Rodrigo De Paul, Federico Vismara y Sergio Vittor y la continuidad del goleador Gustavo Bou y del emblemático Diego Milito tuvieron como punto de partida la participación de Racing en la Libertadores. De no ingresar a la próxima instancia del torneo continental, sólo jugaría la competencia local (en la cual debutó el pasado domingo con derrota de visitante ante Atlético Tucumán) y habrá demasiados jugadores para la escasa competencia.

Desde la llegada de Sava, la Academia intenta lograr con premura una identidad y sobresale la ofensiva por la gran cantidad de elementos con los que cuenta (Milito, Bou, López, De Paul, Oscar Romero y Roger Martínez), aunque también aparece en el debe del incipiente trabajo del Colorado la llamativa endeblez defensiva.

Para mañana es probable que Romero, de lo mejor de Racing a la hora de la elaboración de juego, ingrese por Federico Vismara, en una variante que le daría al equipo posesión, mayor capacidad de desequilibrio y un nexo entre zona media y la dupla ofensiva, con el fin de que Bou y Milito no queden aislados. Sin embargo, para Sava no es cuestión de nombres, sino de funcionamiento. Así lo afirmó ayer, en la conferencia previa al cotejo de hoy, al explicar el andar de los equipos grandes. “Tenemos poco tiempo de trabajo, que se achica más todavía al jugar entre semana, y eso se nota. Por más que haya jugadores excelentes, los equipos son equipos y a más tiempo de trabajo más posibilidades de entenderse los jugadores”, señaló.