DEPORTES › CON UN TANTO DE PELOTA PARADA, EL SUB-23 VENCIO 1-0 A BRASIL EN CHILE
Clásica jugada para ganar un superclásico
Centro de Ferreyra, cabezazo de Gonzalo Rodríguez, gol. No es la primera vez que la apuesta le sale bien a la Argentina en el Preolímpico de Chile y ayer le sirvió para ganarle al superclásico rival sudamericano, quedando a un paso de lograr la clasificación para los Juegos Olímpicos, después de un partido muy parejo y reñido.
No resultó el partido que todos esperaban, pero al menos se dio el resultado que los hinchas argentinos estaban deseando. Fue victoria sobre Brasil, casi sobre la hora, con un gol del laboratorio de Marcelo Bielsa, para ganar un partido que se mostraba esquivo. Con la victoria, la Argentina lidera la fase final del Preolímpico junto a Paraguay, que venció a Chile y que jugará mañana ante el equipo nacional.
No fue un mal partido, pero tampoco el que todos esperaban, porque los brasileños le dieron menos ventajas al equipo argentino que las que éste había tenido en los últimos partidos, y porque también se preocuparon mucho por lo que hacían los jugadores de Bielsa, y jugaron menos de lo que, acaso, podían, teniendo en cuenta que a lo largo del partido se mostraron más dinámicos que la Argentina, como si se hubieran despertado cinco minutos antes que el equipo nacional para disputar el partido.
Sin espacios, Lucho González nunca pudo manejar la pelota como en los encuentros anteriores, y como medina y Mascherano eran superados en el medio, la Argentina no tenía con qué alimentar su fútbol. Tan exasperante era la situación que Bielsa esperó sólo media hora para sacar al volante de River y mandar a la cancha a Clemente Rodríguez, con lo que el conjunto ganó en movilidad en el último cuarto de hora del primer tiempo.
Con Alex persiguiendo a Tevez y Wendell sobre César Delgado, la Argentina no construía variantes. Ambos delanteros intentaban con tino buscarse en paredes cortas, mientras por la izquierda Ferreyra asediaba con centros y Mariano González alternaba buenas con malas. Si Brasil no imponía en el marcador su ligera superioridad en el terreno se debía a la regularidad de los zagueros argentinos, especialmente Rodríguez, y a la solvencia con la que Caballero tapó un par de pelotas difíciles de Daniel Carvalho.
Si las estrellas argentinas no fulguraban, tampoco lo hacía Diego, el astro del Santos, y entonces era difícil quebrar el cero. Paradójicamente, lo que más impresionaba en la Argentina era la manera en que Tevez, lentamente, se iba convirtiendo en la manija del equipo, asociándose con Delgado y Clemente, especialmente en el último cuarto de hora, y con un par de mediavueltas que pudieron ser tranquilamente gol. Ese rato del jugador de Boca fue de lo mejor suyo en el torneo.
En el segundo tiempo, las características del partido no variaron. Ambos equipos tuvieron situaciones de gol, aunque las más claras fueron de Brasil, como las que tuvo Marcel, una tapada por Caballero y otra que se fue cerquita del segundo palo. Bielsa sacó al nuevamente perdido Delgado, buscando más profundidad con Rosales, y los brasileños se retrasaron en el último cuarto (cuando el volante Elano entró por el delantero Robinho). Hasta que llegó el gol de Rodríguez en clásica jugada de este equipo: tiro libre de Ferreyra, peinada del zaguero al segundo palo. Brasil se acordó de ganar en los últimos diez, era tarde...z