Juan Martín Del Potro continúa por la senda del triunfo. Es que derrotó ayer al español Roberto Bautista Agut por 7-5 y 7-6 (4), avanzó a semifinales del torneo de tenis de los Juegos Olímpicos y se aseguró competir por dos medallas: por la de oro si se impone hoy ante Rafael Nadal, y la de bronce, en caso de que pierda. En un partido cambiante, el tenista ubicado en el puesto 141 del ranking mundial, jugó mejor y fue más agresivo que Bautista Agut (17), en los momentos calientes del partido. En busca de la final del certamen y con la premisa de intentar asegurarse una medalla, el tandilense enfrentará a Nadal, quien eliminó en tres sets al local Thomaz Bellucci y por la noche disputó la final del dobles (ver aparte).

Como en Londres 2012, el tandilense se metió entre los cuatro mejores. En esa oportunidad cayó en un partido memorable ante Roger Federer y después brilló para colgarse la medalla de bronce ante Novak Djokovic.

Esta vez el serbio fue su víctima en la primera ronda y hoy será Nadal quien esté del otro lado de la red. El argentino, quien sintió el cansancio y la seguidilla de partidos, intentará dar otro batacazo para meterse en la final y obtener nuevamente otra medalla olímpica. Nadie, ni el más optimista, imaginó que podría ganarle a Djokovic. Si hasta él esperaba al menos “estar a la altura” ante el mejor jugador del mundo. Pero Del Potro cruzó los distintos obstáculos y ahora tiene uno nuevo, ante uno de los mejores competidores de la historia.

El saque y la derecha fueron su arma letal, cuando en distintos pasajes del partido, la balanza parecía inclinarse en favor del español. Todo empezó más que bien para el argentino, quien con dos quiebres consecutivos se puso rápidamente en ventaja y sacó 3-0. Pero el ibérico se recuperó y emparejó el partido. Fue ahí que apostó nuevamente por lo que mejor le sale, atacar y desbordar a su rival. Quebró en el undécimo y después cerró el parcial 7-5. El segundo fue aún más parejo, con un quiebre por lado y una definición en tie break que paralizó a los hinchas argentinos. Es que ganaba cómodo 4-0 pero lejos de caerse, el campeón de esta temporada de los ATP 250 de Sofía y Auckland, igualó el marcador. Otra vez, y pese a los nervios de los que miraban en silencio desde las tribunas, Del Potro mostró su mejor versión bajo presión y selló la victoria por 7-4. Emocionado, el tandilense festejó y lloró, después de un gran paso que ni por asomo imaginó hasta hace unos días.

“Ni a palos pensaba estar en las semifinales, mucho menos viendo el sorteo inicial. De hecho me cuesta entender mucho lo que estoy viviendo”, reveló con mucha alegría el tandilense. “Me pasaron muchísimas cosas por la cabeza y me largué a llorar, sinceramente pocas personas tienen el honor de sentirlas y lo vengo haciendo dentro de la cancha. Después de ver mucho tiempo el tenis por televisión, ahora lo estoy haciendo adentro”, valoró.

Sobre el difícil encuentro que deberá afrontar hoy, expresó: “Trataré que mis piernas, mi espalda, mi muñeca y mi hombro estén bien”. A su vez, lamentó la molestia al momento de intentar soltar la mano derecha con su revés y lo calificó como “una flaqueza”, aunque le pidió a la gente que continúe “alentándolo” porque eso le da “fuerza”.

Por el otro lado del cuadro masculino, el escocés Andy Murray (2) se impuso ante el estadounidense Steve Johnson (22) por 6-0, 4-6, 7-6 (2) y avanzó a las semifinales en donde se medirá con el japonés Kei Nishikori (7), quien venció al francés Gael Monfils por 7-6 (4), 4-6, 7-6 (6).