La cita en Victoria parecía ser prometedora, dado que se cruzaban dos que aún no habían ganado en el presente torneo. Tigre cayó en sus dos presentaciones y Huracán apenas cosechaba un punto en su haber. Con gol de Luna, era justo que el triunfo se lo llevase el equipo de Troglio porque tuvo más predisposición en ataque, sobre todo en los primeros 45. Pero un partido dura 90 minutos y el Globo, que parecía desinflarse, lo empató al final con un zurdazo de Nervo.

Al inicio, un envío desde el mediocampo ya provocaba desinteligencias en la zaga visitante, le quedó a Rincón y remató afuera. De inmediato, una arremetida de Menossi terminó con su disparo arriba del travesaño. Tigre tenía hambre de triunfo y parecía jugar a toda máquina. Una media vuelta de Morales no entró por poco. Recién pasado el primer cuarto avisó Huracán con una chilena de Mendoza, una volea de Montenegro que pasó cerca del ángulo y otra de Toranzo. A los 25, una salida en falso de Ibáñez no fue aprovechada por Mendoza, que a esa altura parecía el Llanero Solitario.

Tigre iba una y otra vez. Díaz, pese a resbalar un instante antes, logró salvar su valla ante Galmarini y le sacó a Luna otra pelota dificilísima. A esa altura ya era el héroe del partido. Maduraba el nocaut y, a los 42, de un corner primero cabeceó Echevarría, luego el Chino Luna y se cumplió la regla que dice que doble cabezazo en el área termina en gol. Tigre convertía por primera vez en el torneo y merecía irse al descanso en ventaja.

En el complemento, el local le cedió la iniciativa a Huracán y eso lo terminó lamentando. Mendoza y el ingresado Romero Gamarra se perdieron el empate. En la agonía del partido, Nervo no falló y decretó la igualdad.