El juez en lo contencioso administrativo Andrés Gallardo denunció al Gobierno de la Ciudad ante el Consejo de la Magistratura porteño, dado que en un mes fue recusado en diez causas, lo que sumadas al resto de las recusaciones que recibió en los ocho años del gobierno de Macri da un total de 771 intentos de recusarlo. Sólo en tres lo consiguieron, pero en cada caso el procedimiento consigue frenar las causas que instruye el juez. Sobre la estrategia, Gallardo advirtió al Consejo: “Afecta mi independencia como magistrado comprometiendo el desempeño de mis funciones”.

El presidente Mauricio Macri proclama su voluntad de que el Poder Judicial sea independiente y cuestiona al gobierno anterior por los “atropellos” que cometió. En los últimos tiempos, con los fallos de la Corte Suprema, sus funcionarios se dedicaron a señalar que los fallos “están para cumplirlos”. No obstante, la denuncia que presentó Gallardo deja un indicador de cómo se comportó cuando era jefe de gobierno porteño: al juez, que es denostado por el PRO, lo recusaron en un total de 761 causas durante su mandato.

En la denuncia que presentó ante el presidente del Consejo, Enzo Pagani, Gallardo detalló: “En los últimos meses, mi función de impartir justicia se ha visto obstruida por la utilización abusiva y cada vez más frecuente, por parte de los letrados de la Procuración General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, del instituto de la recusación”, advirtió el magistrado.

Indicó que “entre el 1 de julio y el 31 de agosto del año en curso, el Gobierno de la Ciudad introdujo 10 planteos recusatorios, los que sumados a las 761 recusaciones anteriormente interpuestas, da un total de 771 intentos de apartarme de las causas”.

El juez Gallardo advirtió que “de las 771 recusaciones en apenas ocho años y nueve meses de gestión de las actuales autoridades locales, sólo tres fueron admitidas, en tanto las restantes 758 fueron rechazadas por la Cámara de apelaciones del fuero y por el Tribunal Superior de Justicia en su caso”. Las últimas diez todavía no fueron resueltas.

El magistrado remarcó que el número marca la falta de sustento de una gran cantidad de recusaciones y “evidencia que se constituyen en un mero recurso destinado a evitar el cumplimiento de resoluciones judiciales que no son del agrado de las autoridades”.

Además, Gallardo advirtió que esto se convierte en un “mecanismo de extorsión que se ve reforzado por la constante promoción de denuncias y querellas penales en mi contra al sólo efecto de invocar la causal”. El juez destacó que todas las causas penales que le inició el gobierno porteño concluyeron con el sobreseimiento por inexistencia de delito “a pesar de los ingentes esfuerzos de los abogados del Gobierno para mantener vivas las imputaciones”.

El juez dio como ejemplo una causa penal que le abrieron y que sirvió como causal para las últimas diez recusaciones. Se trata de una denuncia planteada hace tres años cuando Gallardo investigaba una serie de irregularidades serias en las morgues de la Ciudad. Lo acusaron de presunto abuso de autoridad y violación de secretos. Fue sobreseído en todas las instancias –la última el 29 de agosto pasado– y hasta el fiscal se pronunció en ese sentido. No obstante, advirtió el juez, se lo sigue usando como un argumento para recusarlo incluyendo “afirmaciones palmariamente falsas, relativas a que habría sido citado a prestar declaración indagatoria o que me encontraría procesado”.

El magistrado indicó que, por lo general, las recusaciones se producen después de un fallo desfavorable para el macrismo. Gallardo argumentó en su denuncia que, de esta forma, se desvirtúan las recusaciones.