Argentina perdió 1-0 ante Paraguay en Córdoba, agigantó la pobreza de su rendimiento y abrió más interrogantes sobre su futuro en estas Eliminatorias Sudamericanas, en cuya tabla de posiciones se mantiene expectante ayudada por los empates de Uruguay ante Colombia y de Ecuador frente a Bolivia.

La Selección había llegado al partido de ayer muy condicionada, por los resultados y por sus últimas actuaciones. Nadie puede olvidar que ante Venezuela y Perú –como anoche– faltó Messi. Pero la pobreza del equipo de Bauza no se explicaba sólo por esta ausencia, ya que el retroceso abarcaba todas las líneas. Encima, esas flojas actuaciones, coronadas en sendos empates, habían empujado a la Argentina a la zona de repechaje, el atajo consuelo para estar en Rusia. Todas esas sombras previas sumaron oscuridad en el primer tiempo con Paraguay.

La Selección monopolizó la pelota, pero el traslado lento y el abuso de los pelotazos mostrados en el arranque le daban una noche tranquila a la última línea visitante, frágil cada vez que sus integrantes eran presionados. Por esa presión, el equipo de Bauza tuvo sus dos primeras llegadas. Agüero peleó una pelota con Moreira y consiguió un tiro libre, sin consecuencias por la mala ejecución de Di María. El jugador del PSG tuvo otra chance de probar a Villar tras un segundo robo en el campo paraguayo. Pero el trámite fue intrascendente hasta que llegó la equivocación con la que Paraguay soñaba. Iban 17 minutos. Di María perdió la pelota, Angel Romero habilitó la corrida por derecha de González, que picó libre, le ganó al cruce de Musacchio y sacó un derechazo para el que Romero no tuvo respuesta. 1-0.

Argentina adelantó sus líneas. Con ese único movimiento tuvo dos chances. A los 23, un zurdazo de Di María dio en el poste y dos minutos más tarde, Rojo elevó su remate solo frente a Villar. En ventaja, Paraguay se agrupaba en su campo y esperaba meter otra estocada. Así, a los 28, Oscar Romero estuvo cerca del segundo.

Obligada, Argentina mostró su peor cara de los 30 hasta el final del primer tiempo. Sin movilidad, ejercía una tenencia carente de profundidad, con pases previsibles, fácilmente cortados por el enjambre de piernas que Paraguay amontonaba cerca de Villar.

La Selección cambió su actitud en el complemento. Antes del minuto tuvo la posibilidad de igualar, pero Villar le atajó sobre su izquierda el penal que ejecutó Agüero luego de que el árbitro le cobrara mano a Da Silva, quien le cambió la trayectoria al cabezazo de Higuaín. En la jugada siguiente, el arquero paraguayo le volvió a ganar al Kun.

Argentina jugaba a lo que le salía ante una selección paraguaya que cumplía a rajatabla el libreto de agruparse en su campo y partir de contraataque vía González. Con ese planteo le bastaba para aguantar a un equipo sin brújula, que se desdibujó definitivamente cuando Bauza decidió apostar al amontonamiento de delanteros. Los ingresos de Dybala y Pratto fueron los últimos ingredientes para completar la receta de a la carga barracas que no sirvió para empatar y sí para sumar confusión acerca de lo que el Patón busca para la Selección.

Estadio: Mario Kempes (Córdoba).

Arbitro: Daniel Fedorczuk (Uruguay).

Gol: 17m D. González (P).

Cambios: 58m Dybala (A) por Gaitán, 67m Ortiz (P) por Almirón, 70m Pratto (A) por Banega, 75m Valvez (P) por Rojas, 79m Pérez (P) por A. Romero.

Incidencias: 47m Villar (P) le atajó un penal a Agüero.

La alegría es sólo paraguaya, luego de una trabajosa y necesaria victoria sobre el equipo de Bauza.