Hace unos meses, cuando el Gobierno decidía meter su cabeza de lleno en la podredumbre de la AFA asignando a dedo una Comisión Normalizadora dirigida por el leal Armando Pérez, también se deslizaba la idea de que a partir del 2017 el Estado dejaría de aportar los 1850 millones de pesos del programa Fútbol para Todos y se decía, también, que más allá de que el negocio de la televisación pasara nuevamente a manos privadas, el Estado encontraría una “figura legal” que permitiría “mantener la actual, donde no haya un cobro adicional por ver los partidos”. Así lo había manifestado el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis.

En medio del clima de conflicto que vuelve a atravesar a la AFA, y que está relacionado con la inoperancia de la Comisión Normalizadora que, como dicen los dirigentes a los cuatro vientos, “no gestiona en lo más mínimo” y en medio del pedido para que se elijan democrácticamente nuevas autoridades para que, con la legitimidad que dan los votos, puedan comenzar a gestionar el futuro del organismo, el Gobierno aprovechó para volver a la carga.

El presidente Mauricio Macri se reunió ayer en Casa de Gobierno con el titular del programa Fútbol para Todos, el ex gerenciador de Racing Fernando Marín, y tras el cónclave, De Andreis, también presente en la reunión, manifestó que fue ratificada la posición del Poder Ejecutivo de romper unilateralmente a fin de año el contrato con la AFA, lo que hará que los clubes dejen de recibir el dinero del Estado independientemente de los acuerdos, todavía no concretados, y que difícilmente se puedan concretar en este clima de inestabilidad institucional, con ofertantes del sector privado.

Durante todo el año el Gobierno ha experimentado una puja con los dirigentes del fútbol, que le reclamaban un aumento en esa suma que nunca llegó a concretarse. Incluso la demora de los pagos provocó el paro de los clubes de la B Nacional en el inicio del torneo. El caballito de batalla del Gobierno para poder retirarse en forma definitiva del fútbol, tras lo cual su televisación dejará de ser gratuita y un derecho, tal como lo habían concebido los impulsores del programa Fútbol para Todos, es la “corrupción en los clubes”. “Deberían devolver el dinero para que se transparente todo”, es la idea del Gobierno que expresa sin tapujos De Andreis. En unos meses, los clubes ya no tendrán nada para devolver.