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La conquista de su primer título en la temporada 2004, el ATP de Buenos Aires que era “una espina” clavada en su ego, no le permitió a Guillermo Coria ascender del cuarto puesto que ocupa en el ranking del tenis mundial. Pero promueve el interés de los fanáticos que quieren que el santafesino se transforme pronto en el número uno del mundo, un objetivo que el tenista pone en perspectiva.
A Coria le costó volver a adaptarse al polvo de ladrillo, ya que desde julio del año pasado no jugaba sobre esa superficie, el venadense fue tomando ritmo a medida que sumaba horas de tenis y en la final dio una verdadera clase, ante un rival de la talla de Moyá, campeón de Roland Garros en 1998 y número uno del mundo en 1999.
Coria jugó en un nivel superlativo, con derechas potentes, anguladas, drops, eligiendo a la perfección cada jugada y mostrando una personalidad aguerrida, a la que le sumó una concentración notable, desde el primer punto hasta el último, digno de un tenista que se ubica en el selectísimo grupo de los “top ten”.
“Tengo varios sueños en este momento: ganar Roland Garros, la Copa Davis, la medalla de oro en Atenas y ser el número uno del mundo”, precisó el ganador apenas terminó su partido ante más de 6000 personas, que se rindieron ante la magia de Coria y le tomaron la palabra de que “dejará todo” por conseguir la Ensaladera de Plata.
“Ser el número uno del mundo es mi sueño desde chiquito –precisó el argentino tras la conquista– y trabajo para ello todos los días, tanto en la parte física como para mejorar errores. Pero es muy difícil llegar a ser número uno, es algo a largo plazo. Y si no lo logro, al menos quiero haber hecho todo lo posible.”
La victoria en el torneo no lo hizo subir un escalón pero lo puso más cerca del podio. Su ranking aumentó a 3240 puntos, pero todavía está un poco alejado de los tres primeros. El suizo Roger Federer, el mejor tenista del mundo, encabeza el ranking con 5170 puntos; Juan Carlos Ferrero, pese a haber caído en la final de Rotterdam, se acercó al suizo, con 4460 puntos. El tercero, Andy Roddick, tiene 4335 puntos.
Coria no arrancó bien el año en términos de clasificación al caer en la primera ronda del Abierto de Australia, el primer Grand Slam del año. Y después de haber llegado a semifinales en Roland Garros, en el 2003, precisará ganarlo en esta temporada para poder ascender en el ranking. Pero como el santafesino se ha impuesto ese título como objetivo, no sería raro que lo consiguiera. Wimbledon es más incógnita que el US Open.
En el fondo, la carrera por el número uno del ranking es una en la que Coria no partió como favorito, y el tenista es más que consciente de eso. El desarrollo de la temporada irá mostrando qué tan cerca puede posicionarse Coria de su sueño. Pero parece que la conquista de la Davis es un objetivo más caro para lo que resta del año.
Mientras tanto, siete argentinos se mantienen entre los cien primeros del ranking de la ATP, mientras Juan Mónaco, la revelación del torneo porteño, subió 39 lugares en el escalafón, del 223º al 184º y ya acumuló más de cien lugares ascendidos en lo que va del 2004.
Los top-100 son Coria (4º), David Nalbandian (8º), Agustín Calleri (21º), Mariano Zabaleta (26º), Gastón Gaudio (34º), Juan Ignacio Chela (41º) y José Acasuso (92º).
Fuera de los 100 primeros se ubican Mariano Puerta (118º), Franco Squillari (133º), Federico Browne (134º), Guillermo Cañas (141º), Diego Veronelli (171º), Sergio Roitman (174º), Juan Mónaco (184º) y Juan Pablo Guzmán (199º). Mónaco sigue de racha ya que ayer superó la clasificación del torneo de Bahía, en Brasil, al vencer 6-2, 2-6, 6-4 al chileno Adrián García. Así, el jugador entrenado por Luis Lobo lleva 10 triunfos en 11 presentaciones en lo que va del año.
Entre las mujeres, Paola Suárez, numero uno del mundo en dobles, está 13ª y Gisela Dulko es 96ª. Ellas son las únicas entre las cien mejores:Clarisa Fernández está 114ª, Mariana Díaz Oliva es 128ª y María Emilia Salerni está 131ª.