DEPORTES
Argentina se quedó en el cierre y por eso no pudo celebrar en Madrid
El equipo de Magnano perdió con España y terminó segundo en el cuadrangular. Dominó los tres primeros cuartos, pero falló al final.
La preparación de la Selección Argentina de Básquetbol de cara a los Juegos Olímpicos de Atenas finalizó con una derrota 98-90 ante España, pero más allá del resultado desfavorable, el equipo de Rubén Magnano dejó una buena imagen en la final del torneo cuadrangular internacional que se desarrolló en el Palacio Vista Alegre de Madrid. El goleador del seleccionado argentino fue el pivote Luis Scola, con 17 puntos, mientras que también colaboraron en el goleo Emanuel Ginóbili (14) y Andrés Nocioni (11). El máximo goleador del encuentro fue el pivote español Pau Gasol, quien convirtió 26 tantos.
Argentina dominó el partido durante tres cuartos, gracias a una muy buena tarea de Ginóbili, Scola, Nocioni y Oberto. Incluso, en varias ocasiones llegó a sacar una ventaja importante, que llegó a ser de 13 puntos, sobre un rival que llegaba a este encuentro invicto en su etapa preparatoria. Sin embargo, un último cuarto flojo y un mal cierre de juego le quitaron la posibilidad del triunfo. Como sucediera ante Lituania la semana pasada en Belgrado, cuando lideró el marcador durante tres cuartos, el equipo dirigido por Rubén Magnano tuvo un cierre errático, tanto en defensa como ataque, y eso le resultó fatal.
Si bien el pivote Pau Gasol, goleador del encuentro con 26 tantos, y Felipe Reyes resultaron fundamentales en el desarrollo del juego, los encargados de sellar el partido fueron los aleros Jorge Garbajosa y Juan Carlos Navarro, con sus tiros de media y larga distancia. A la actuación de esos dos jugadores la Argentina le sumó, en favor de los españoles, el haber cerrado el partido sin Ginóbili, Montecchia y Nocioni, quienes debieron dejar la cancha por exceder el límite de faltas personales. Esa falla quedó muy expuesta, ya que el equipo no encontró un líder que asumiera la responsabilidad de definir los ataques en los momentos calientes.
Lo mejor de Argentina se vio en el primer cuarto, cuando los tiradores mostraron todo su potencial para convertir siete triples en otros tantos internos. Ya con el correr del juego, esa efectividad decayó, lo que permitió la levantada del conjunto español. Otro aspecto que influyó fue la determinación que tuvo Gasol, que se convirtió en la referencia de los ataques de España y se transformó en un problema sin solución para los internos argentinos.