DEPORTES › PERDIO LA OPORTUNIDAD DE ALCANZAR LA PUNTA
Boca se durmió y lo pagó caro
Ganaba con un golazo de Palermo, pero se confió y Banfield, que nunca había bajado los brazos, empató con un cabezazo de Ceballos.
Por Facundo Martínez
Hay gestos que valen más que mil palabras. El primer cambio que realizó ayer Miguel Brindisi, cuando faltaba todavía disputarse casi media hora, Ormazábal por Schelotto, fue uno de esos. Sus jugadores lo vieron claro y bajaron también los brazos, conformándose con la mínima diferencia, que habían conseguido con una chilena espléndida de Palermo (“fue el mejor gol de mi vida”). La justicia, más un largo pelotazo de Leiva que encontró dormida a la defensa local y que Ceballos cabeceó al segundo palo, quiso que Banfield igualara en el final y le quitara a Boca la chance de alcanzar a Vélez en la punta. Los silbidos que se oyeron una vez que Bassi dio el último pitazo, no dejan lugar a dudas: los hinchas no están conformes, la mano de Brindisi no convence, ni siquiera a sus jugadores.
Incluso admitiendo que el Boca que se presentó ayer, con tres en defensa y en ataque, anduvo mejor que el que perdió con Colón en Santa Fe (el ingreso de Schelotto aportó más claridad y algunas sutilezas), no fue buena la tarea ante un rival diezmado por las lesiones de Cervera y Sánchez y con la prohibición de presentar a Bilos y Palacio, que pertenecen a Boca en los papeles. Con eso a favor, Boca se mostró apenas superior al rival, intentando jugar por abajo, sin tanto pelotazo.
Banfield gastaba energía de a ratos, presionando y achicando, pero carecía de profundidad y se repetía en los pelotazos al área para Ceballos. Así consiguió tener dos oportunidades que no prosperaron; así iba a marcar sobre el final el tanto del empate (¿cuántas veces anunciado?). Antes del golazo de Palermo, quien conectó con una chilena un buen centro de Cascini, acaso lo mejor que hizo ayer el volante, el desgastado Tevez había tenido una estupenda oportunidad de gol al puntear una pelota, ante la salida del arquero Barbosa, que lentamente se hubiera metido en arco de no ser por la reacción de Cocca, que consiguió despejar sobre la línea; después, Tevez iba a estrellar un tiro libre en el palo derecho.
En el complemento, Palermo pudo liquidar el trámite, pero se demoró en la recepción y terminó sacando su remate sobre el cuerpo de Barbosa; Amato pudo descontar luego de ganarle la marca a Morel Rodríguez y conectar la pelota de espaldas al arco. Fue entonces que Brindisi dio la nota, sacó al Mellizo, rearmó la línea de cuatro y creyó concluido el trámite. No fue así: Banfield buscó como pudo y encontró el momento justo. Falcioni se fue contento, Brindisi seguro que no.