DEPORTES › UN PASEO POR LOS 20 ESTADIOS DE LA COPA DEL MUNDO
La cancha y los veinte
Diez en Corea, diez en Japón, son una atracción en sí misma: en uno, el campo de juego “entra” al estadio solamente para los partidos; otro está construido exclusivamente con materiales reciclados; algunos tienen techo corredizo y en uno podría jugarse aun durante un terremoto de grado siete en escala Richter. En ninguno se disputará más de cuatro encuentros.
Por Ariel Greco
Serán algunas de las estrellas del Mundial. No importará el nivel de juego, si se producen lesiones o si los árbitros no cumplen con la premisa del Fair Play que pregona la FIFA. Por su majestuosidad, su avanzada tecnología y su imagen impactante, los 20 estadios que se utilizarán en la Copa del Mundo serán, por sí solos, una de las atracciones del campeonato. A cuarenta días del comienzo del torneo, todo está listo y apenas restan pequeños detalles organizativos. Sólo falta que las verdaderas figuras demuestren en el campo un nivel acorde al marco que las rodeará.
Como ya había ocurrido en Francia 98, los equipos rotarán por las distintas ciudades, a diferencia de lo que ocurría en los torneos anteriores, en los que cada cabeza de serie tenía una sede fija. Y en ese contexto, el Mundial de Corea y Japón contará con la mayor cantidad de subsedes de la historia. En total serán veinte ciudades las que tendrán el privilegio de ser parte del torneo, diez en cada país. De esta manera, 16 de las 20 subsedes apenas si podrán ver tres partidos, mientras que las cuatro restantes recibirán cuatro compromisos cada una.
El debut de la Selección Argentina ante Nigeria se producirá en Ibaraki, en el estadio del Kashima Antlers de la liga japonesa. Construido especialmente para el fútbol, en su origen contaba con una capacidad de 15.870 espectadores. Tras la remodelación finalizada en mayo del año pasado, a un costo de 148 millones de dólares, en el Mundial llegará a albergar a 41.800 personas. Lo curioso es que la millonaria inversión para la Copa apenas se disfrutará una semana: El 2 de junio, la sede debutará con Argentina-Nigeria y el 8 se despedirá del torneo con Italia-Croacia. En una de las entradas se puede encontrar una estatua de bronce del brasileño Zico, ídolo del Kashima Antlers antes de su retiro.
Uno de los estadios más sorprendentes es el futurista Domo de Sapporo, donde Argentina se medirá con Inglaterra. Apodado “Hiroba”, es el único totalmente cubierto que se utilizará en el Mundial, aunque cuenta con una superficie similar al aire libre. Su mayor excentricidad es que el césped de la cancha se cultiva en el exterior del Domo y luego, mediante un sistema giratorio único en el mundo, se lo introduce en el estadio en los días de partido. A pesar de su majestuosidad, su capacidad no llama la atención: sólo 42.585 personas podrán presenciar el gran clásico entre argentinos e ingleses.
El último partido de la serie clasificatoria ante Suecia se jugará en el Miyagi Stadium, un coloso construido especialmente en el año 2000 para los Juegos Deportivos Nacionales desarrollados en 2001. Al no ser un estadio exclusivo de fútbol, la pista de atletismo que rodea la cancha deja a los espectadores muy lejos de los protagonistas.
La final del Mundial se desarrollará en el gigante que posee el Yokohama Marinos en las afueras de esa ciudad. Con 72.370 localidades disponibles, el estadio es el más grande de los veinte y también tiene el privilegio de ser uno de los más viejos, ya que fue inaugurado en 1997. Entre algunos de sus chiches se cuentan las tres fuentes de energía alternativas que dispone, además de un centro especializado en medicina deportiva. Allí ya se disputó la final de la Copa de las Confederaciones que se adjudicó Francia el año pasado, y a partir de esta temporada será la sede de la Copa Intercontinental.
Claro que cada estadio cuenta con particularidades muy llamativas. Los de Corea fueron construidos simbolizando algún objeto. Por ejemplo, el Suwon World Cup Stadium se asemeja a un pájaro gigante volando por el cielo, un signo de libertad. Aunque el enorme techo que simula las alas también sirve para ubicar las placas fotoeléctricas para la energía solar. En cambio, la sobria “Gran Corona” de Ulsan es una referencia al origen industrial de la ciudad. En la isla de Seogwipo, la cancha del Jeju Stadium se construyó 14 metros debajo de lo previsto para minimizar el efecto del viento. Y su particular arquitectura tiene que ver con el volcán Oreum, una bandera representativa de la isla. El Incheon MumhakStadium enfatiza la dinámica de la ciudad, de gran movimiento gracias a su puerto. A su vez, el estadio de Gwangju es un canto a la ecología. Construido con material reciclado, su iluminación se sustenta en la energía solar y su sistema de drenaje y riego minimiza el gasto de agua.
Las estructuras de los estadios de Pusan, Seúl, Daejeon y Daegu fueron tomados de las casas tradicionales coreanas, con formas similares a un globo. Aunque la historia más llamativa, sin dudas, es la del Jeonju Stadium. Con partes de su estructura en bambú, los tensores en las cuatro esquinas se asemejan al gayageum, un instrumento musical muy tradicional en Corea. De esta manera, se quiso dejar en claro que Jeonju es la ciudad de la música. Además, la ausencia de los codos en cada esquina del campo se buscó intencionadamente para conseguir la máxima ventilación natural posible.
En Japón no se quedaron atrás. El Kobe Wing Stadium tiene tribunas rebatibles, que se eliminarán tras el Mundial. Además cuenta con un sistema especial computarizado que controla el agua, el oxígeno y los fertilizantes para lograr un césped óptimo, dada la dificultad en el crecimiento natural en la zona. El Gran Ojo de Oita se distingue por su techo corredizo, capaz de tardar apenas 20 minutos en abrir o cerrarse. Y el Saitama Stadium fue diseñado para soportar incluso un terremoto de 7 puntos en la escala Richter. Está claro que no van a ser las estrellas del Mundial, pero los estadios de Japón y Corea brillarán con luz propia.