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Para intentar ganar su único título del 2004, Boca llegará hoy a La Paz temeroso por los efectos negativos que pueden depararle los 3650 metros de altura en que se halla la ciudad, pero a la vez confiado en sus fuerzas y la experiencia de sus futbolistas más notorios para sacar adelante el difícil compromiso ante Bolívar, por la primera final de la Copa Sudamericana, la tercera que juega el equipo de la Ribera en el año, después de haber perdido la Libertadores ante el Once Caldas colombiano y la Recopa ante el Cienciano de Perú.
“Cuando jugué allí no sentí los efectos de la altura. No me afectó”, expresó Carlos Tevez antes de partir rumbo a Bolivia. En el mismo sentido se pronunció Guillermo Barros Schelotto, quien contó que no se ahogó “como les pasa a muchos” jugadores que llegan a La Paz, pero recalcó que “sí se siente un dolor de cabeza permanente que representa una gran incomodidad. Lo que me sorprendió es que ante un pase la pelota volaba. Por eso cuesta mucho tener precisión”, expresó el delantero.
Para el colombiano Fabián Vargas, “la forma de combatir la altura es jugando como en Porto Alegre (cuando se eliminó al Internacional), bien juntos y manejando la pelota”, apuntó.
Para el técnico Jorge José Benítez, que sufrirá menos porque no le tocará jugar, “Boca tiene que ser un equipo compacto, no tiene que enloquecerse ni correr de más. La que tiene que correr es la pelota y, cuando se pueda, hay que patear al arco, porque ellos harán lo mismo. Van a tirar de media distancia porque el balón es más liviano”.
Para disminuir los efectos de la altura en los jugadores, uno de los médicos del plantel, Pablo Ortega Gallo, fue el primero que llegó a La Paz y ya encargó los tubos de oxígeno que tendrán los futbolistas a su disposición cuando arriben a esta ciudad tres horas antes del encuentro, provenientes de Santa Cruz de la Sierra.
En esa ciudad, situada a 900 kilómetros al este de La Paz, los boquenses pernoctarán para evitar el efecto de la altura y jugar con más soltura, tratando de no repetir la caída sufrida en febrero por la Copa Libertadores de América, cuando en el mismo escenario de esta noche el Bolívar ganó 3-1.
Benítez no confirmó oficialmente el equipo, pero es un secreto a voces que desde el arranque jugará Tevez, ya que Martín Palermo todavía padece dolores debido a que no se recuperó totalmente de un desgarro en el cuadrado lumbar derecho. El resto del conjunto sería el mismo que la semana pasada eliminó al Inter en Porto Alegre, en Brasil, y la idea del entrenador interino es que Boca juegue como “un equipo compacto, corto y seguro”.