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Leandro Desábato, el defensor de Quilmes que estuvo detenido en Brasil durante 36 horas acusado de “injuria calificada con agravante de racismo” por haber insultado durante un partido de Copa Libertadores al futbolista Grafite, delantero de San Pablo, negó terminantemente haber vertido conceptos racistas contra Grafite. “Pasó que Grafite había dicho en los medios que se iba a comer una banana delante de los defensores de Quilmes y yo le dije ‘ahora la banana te la vas a meter en el culo, cagón’”, explicó Desábato, quien para regresar al país debió abonar una fianza de 3900 dólares. “Estuve incomunicado más de 24 horas y me pasaron muchas cosas por la cabeza.”
El vicepresidente 1º de Quilmes, Julio García, adelantó que el club estudia la posibilidad de iniciar acciones legales y el entrenador Gustavo Alfaro dijo “no desearle a nadie que viva siquiera un minuto de lo que tuvo que vivir” Desábato.
El delantero de San Pablo, quien había denunciado que Desábato le había dicho en esa ocasión “negro de mierda”, admitió ayer que podría dar marcha atrás en su denuncia contra el defensor, según informó el diario Folha de Sao Paulo. “Existe la posibilidad de que no ratifique la denuncia contra Desábato”, afirmó Grafite, aunque según la ley brasileña el delantero tiene seis meses para hacerlo; en caso contrario, la causa se caerá automáticamente. Desábato fue arrestado al término del partido, ante 65 mil personas, y trasladado a una comisaría en la que pasó un día y medio. “Era todo muy deprimente”, confesó el defensor.
Hasta el último lunes, Grafite afirmaba que “llevaría el caso hasta el fin” y sostenía que estaba dispuesto a encabezar una campaña contra el racismo, pero un gerente jurídico del San Pablo, José Edgard Galvao Machado, dijo que “ya hubo una condena pública al acto del argentino”. “El disparo de largada contra el racismo fue dado, lo que era más importante. Nadie está buscando pena, prisión o muerte para los racistas”, agregó Machado, quien además aclaró que “Grafite es una persona benevolente”.