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Menos de una semana después de la decepción de Singapur, el alcalde de París, Bertrand Delanoe, reavivó la polémica entre la capital francesa y Londres sobre las condiciones de obtención de los Juegos del 2012, acusando a los británicos de no respetar las reglas del olimpismo. Esas acusaciones fueron rechazadas por el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, y por el portavoz de Downing Street. “Los Juegos del 2012 se llevarán a cabo en Londres y no en otro lado”, declaró Rogge.
El alcalde socialista dio explicaciones en el Ayuntamiento parisino por primera vez después de la derrota del 6 de julio en Singapur. Una derrota que llegó tras dos años de sostenida campaña, encabezada por Delanoe sobre todos los frentes y todos los continentes, cuando muchos pensaban que la hora de París había llegado con un informe de candidatura impecable y después de dos fracasos, contra Barcelona 1992 y Pekín 2008.
Varios políticos franceses, como Jean-Paul Huchon, presidente del Partido Socialista de la región parisina, ya habían insinuado que Londres había bordeado el límite. Pero el alcalde parisino, patrón del comité París 2012, fue más lejos: “No digo que rozaron (la línea de límite)”, sino que se “pasaron al otro lado de la línea. La victoria se logró en un terreno distinto del olimpismo”, dijo Delanoe.
El dirigente francés luego atacó al primer ministro británico Tony Blair y al responsable de Londres 2012, Sebastian Coe, quienes, en su opinión, “no respetaron las reglas” del COI.
El alcalde socialista citó varias infracciones a las 117 reglas olímpicas establecidas en Praga, en el 2003. Sobre el presupuesto, el de Londres equivalía al triple de París. En cuanto a no criticar a los rivales, los ingleses incumplieron al apuntar ciertos problemas del Stade de France. Además, Blair invitó al parecer a su habitación en Singapur a más de veinte “olímpicos”, cuando el COI recomendaba que no hubiera citas privadas con sus miembros.
“Nosotros hicimos una elección, en particular con respecto a la corrupción. Yo asumo esa opción –comentó del alcalde–. Si perdimos no fue ni por los antecedentes, ni por el respeto de las reglas olímpicas, ni por la ética”, agregó. “¿Qué habría pasado si París gana y seis meses después estalla un escándalo?”, preguntó Delanoe.
Interrogado sobre las declaraciones de Rogge al diario inglés The Guardian, en las que afirmaba que todas las ciudades habían “respetado las reglas”, el alcalde respondió: “No tiene nada más que decir tras la designación de la ciudad”.
“Se habla de influencia política cuando un miembro del COI es influenciado en su decisión por consideraciones ideológicas y políticas”, afirmó Rogge. “No creo que Blair haya pedido a los miembros del COI que se unan al Partido Laborista.”
El portavoz de Blair afirmó que Londres “respetó las reglas” del Comité Olímpico Internacional (COI) para obtener los Juegos. “No tenemos otro comentario que hacer que lo que ya dijo Rogge; es decir, que Londres respetó las reglas”, declaró.
Delanoe reveló que había pensado en interponer un reclamo contra ese tipo de prácticas que consideraba inadmisibles. También destacó que París había ganado mucho terreno respecto de los anteriores intentos, al lograr 50 votos en la ronda final. Por el resto, dijo que “asumía” la campaña olímpica en todos los aspectos, lamentando la débil influencia del movimiento olímpico francés. Pero “los deportistas estuvieron magníficos”, aseguró.
Claude Goasguen, líder de la oposición de derecha, juzgó sus críticas a Londres como “chocantes” y “casi indecentes”. Para él, París juega a partir de ahora “en segunda división” y “no se puede reducir una derrota a las trampas de los otros”, salvo cuando hay pruebas. “O bien Londres hizo trampas, y entonces hay que argumentarlo y no dejar planear las dudas. Obien Londres no hizo trampas y entonces hay que asumir, para el futuro, las razones de una derrota que es la de la ciudad”, dijo.