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Si bien Gimnasia perdió muchas chances para lograr el título del Apertura y ya no depende de sí mismo para consagrarse campeón, el plantel y el cuerpo técnico platense confían en que el equipo podrá recuperarse del golpe que significó el empate ante Newell’s e igualmente podrá lograr la ansiada vuelta olímpica. La posibilidad de que Olimpo le quite puntos a Boca en Bahía Blanca y la oportunidad propia de vencer a Banfield existe y todos en La Plata se aferran a esa situación.
“Si en esta racha de once partidos invictos ganamos cinco de visitantes seguidos, por qué no podemos ganar un sexto”, se preguntó el entrenador Pedro Troglio, que elogió a sus jugadores por la campaña realizada, más allá de las dos últimas igualdades como local, que le quitaron el privilegio de depender de sí mismos. “Estos muchachos han hecho, hasta ahora, un campeonato espectacular y todavía nos queda una final más”, comentó Troglio. El técnico lamentó el hecho de quedar en manos de lo que pueda hacer Olimpo, pero confió en la necesidad que tiene el conjunto bahiense de sumar puntos para evitar el descenso y la promoción. “Ellos están complicados con el tema del promedio y se jugarán muchas cosas en ese partido. No tengo dudas que van a hacer las cosas bien. Tenemos que ganar y esperar lo que ocurra en la otra cancha”, comentó el técnico, que cerró las puertas del entrenamiento y dejó a sus futbolistas concentrados hasta el trascendental compromiso de mañana.
Mientras tanto, lo que no se aplacaron fueron los ecos de los sucesos bochornosos que se produjeron antes y durante el partido del domingo en el Bosque, con los jugadores de Newell’s como víctimas directas de la intemperancia de los hinchas de Gimnasia. El micro que los trasladaba al estadio fue apedreado y, en el entretiempo, un grupo de exaltados rompió las ventanas del vestuario y arrojó en su interior una bomba de humo. Cierta pasividad policial y la reacción intempestiva de aquellos que tienen que dar el ejemplo, como el presidente de Gimnasia, Juan José Muñoz, no hicieron más que complicar aún más la situación. Hubo mucha tensión y nervios, pero la intervención de Troglio, del volante Esteban González y del arquero Carlos Navarro Montoya sirvió para atemperar los ánimos e hizo que el equipo visitante saliera a jugar el segundo tiempo cuando ya había decidido lo contrario.