Inversiones millonarias, diseños futuristas y detalles cuidados al máximo son los denominadores comunes de los doce estadios en los que se disputará la Copa del Mundo. Un total de 1410 millones de euros es la cifra a la que se llega si se suma el dinero que invirtió cada subsede, entre la construcción y remodelación de los estadios. El Olímpico de Berlín, privilegiada sede finalista, se llevó el primer lugar en el podio con 280 millones, mientras que Dortmund, con “apenas” 45 millones, se transformó en el comité organizador más austero de los doce.

Desde el partido inaugural del 9 de junio en Munich hasta la final del 9 de julio en Berlín, las 64 encuentros mundialistas tendrán un marco imponente. Como ocurre desde el Mundial de Francia, la FIFA continúa con su idea de rotar a los equipos por las diferentes sedes, en vez de asignarle un lugar fijo a las cabezas de series. De esa forma, Argentina debutará ante Costa de Marfil en Hamburgo, luego viajará hacia Gelsenkirchen para enfrentarse a Serbia y Montenegro, y más tarde se trasladará hacia Frankfurt para cerrar su paso por la primera fase ante Holanda.

En Hamburgo lo esperará el nuevo estadio de la ciudad, totalmente remodelado sobre el viejo Volksparkstadion. Con una inversión de 97 millones de euros, repartidos entre los 70 millones de financiación externa, los 11 por parte del gobierno municipal y los 16 de la empresa propietaria del estadio, la nueva capacidad se redujo a 45.500 espectadores, aunque se dispondrán unas 5 mil localidades menos para la venta. Además del debut de Argentina, también se disputarán allí otros tres encuentros de primera fase y uno de los cuartos de final.

Reinaugurado en septiembre del 2000, el estadio de Hamburgo cuenta con un control electrónico de acceso, varios salones de conferencia y la zona de butacas cubierta. Gracias a sus comodidades, la FIFA le otorgó las cinco estrellas, la máxima calificación posible. El proceso de remodelación se había iniciado en 1998, cuando se demolieron las viejas tribunas y se cambió la orientación del terreno de juego. Así quedó sólo en el recuerdo aquel partido histórico cuando se enfrentaron las dos Alemania en el Mundial 1974, con el triunfo de la Democrática 1-0 gracias a un gol de Jürgen Sparwasser.

La segunda presentación del conjunto de José Pekerman es en Gelsenkirchen, la casa del Schalke 04, probablemente la hinchada más seguidora de Alemania. Considerado el estadio más moderno de Europa, el Arena AufSchalke fue inaugurado en agosto del 2001 y la UEFA afirmó que supera todas las expectativas en cuanto a infraestructura y comodidad. “Esta sede excede los criterios exigidos, podría catalogarse como seis estrellas”, señaló el informe de UEFA sobre el estadio.

La inversión del Arena AufSchalke casi trepó a los 200 millones de euros, aunque el Estado no necesitó formular ningún aporte. Un consorcio bancario promovió un préstamo por 122,5 millones de euros, la empresa dueña del estadio invirtió otros 40 millones, los socios del Schalke entregaron 5,1 millones, una promotora inmobiliaria realizó otro préstamo por 6,4 millones y la empresa Emscher-Lippe-Energie facilitó 1,7 millón. Para completar los 191 millones de euros necesarios para este estadio de casi 50 mil aficionados, el gobierno municipal de Gelsenkirchen entregó 10 millones. Las perlas de la sede de la final de la Champions League que el Porto le ganó al Monaco en el 2004 son su campo de juego desmontable, el techo retráctil y una pantalla de video cúbica. Se jugarán otros tres encuentros de primera fase y un cuarto de final.

El cierre argentino será en Frankfurt, un estadio que la Selección ya conoce, ya que allí cayó ante Brasil hace un año en la final de la Copa de las Confederaciones. Tras más de tres años de construcción, el nuevo estadio se terminó en octubre del 2005, gracias a una inversión de 126 millones de euros, aportados por el gobierno municipal (64 millones), el estado provincial de Hessen (20,5 millones) y capitales privados (41,5 millones). Estacionamiento subterráneo para 1800 autos, un techo que permite filtrar la luz y una pantalla cúbica de 30 toneladas son algunas de sus características, además de un sistema de un colector de agua de lluvia como parte de la iniciativa medio-ambiental Green Goal.