El delantero brasileño Robinho y los volantes Kaká y Emerson se entrenaron ayer con normalidad durante el reconocimiento del estadio de Fráncfort, donde Brasil y Francia se enfrentarán hoy por los cuartos de final. “Ellos no se quejaron de ningún dolor, pero vamos a esperar hasta mañana (hoy) para saber si juegan”, explicó al término de la leve práctica el médico de la selección de Brasil, José Luiz Runco.

Robinho sufrió el sábado pasado un edema muscular en la pierna derecha, que le hizo perderse el partido del último martes contra Ghana, correspondiente a los octavos de final. En ese mismo encuentro, Kaká y Emerson sufrieron sendos golpes en la rodilla derecha, que los obligó a cumplir un trabajo específico en la concentración, al margen de los entrenamientos.

En relación con el partido de hoy, el técnico Carlos Parreira fue enfático al afirmar que sus dirigidos necesitan dar “un salto de calidad” superior al que dieron en cada uno de los cuatro encuentros que ya ganaron. “Si no damos el salto, volvemos para casa. No estamos enfrentando a cualquier equipo. Ya fueron campeones, son experimentados, crecieron en el Mundial en la hora precisa”, describió Parreira en una conferencia de prensa. El entrenador remarcó también que “la gran virtud del fútbol francés es la técnica”, y destacó que las mejores individuales en el Mundial están en Francia, Brasil y Argentina.