Boca tuvo su partido soñado en la cancha de Vélez, que justamente será su próximo rival en la segunda fase de la Copa Libertadores. Goleó a Bolívar 7-0 y terminó en la segunda posición del Grupo 7, detrás de Toluca de México. Los goles: dos de Palacio, dos de Marioni, uno de Palermo, de penal, uno de Dátolo y uno de Tordoya, en contra.

Le costó a Boca sólo al principio, porque la urgencia de ganar por una diferencia de tres goles, para no depender del resultado del encuentro que a la misma hora disputaban en México Toluca y Cienciano, parecía jugarle en contra: lo apuraba y eso le restaba claridad en la definición.

Boca era claramente superior, pero Bolívar marcaba bien, lo apretaba y le tapaba los caminos y hasta conseguía alguna que otra llegada peligrosa. Las chances del equipo de Russo se apilaban una detrás de otra, aunque el gol no llegaba. Palacio, Palermo, Ledesma, Dátolo, Riquelme, todo el frente del equipo tuvo chances.

Quizá fue el primer gol de Toluca el que trajo algo de calma para los jugadores boquenses, quizá no. Pero inmediatamente después, tras un pelotazo largo que llegó desde el fondo, Riquelme acomodó en el aire la pelota para Palacio, quien llegó a puntearla ante la salida del arquero del Bolívar para poner el partido 1-0.

Entonces, Boca sintió el desahogo y fue por más. Un tontísimo penal sobre Riquelme, un empujón en el área que el volante pareció también buscar, le dio la oportunidad a Palermo de poner el trámite 2-0. El goleador cambió y esta vez definió a media altura a la derecha.

Sobre el final de la primera etapa, Boca sintió estar cerca de la hazaña y siguió presionado la salida del rival, empujándolo contra su área. Volvió a sorprender Palacio, enganchando en el área para sacar un remate cruzado tan claro como efectivo y poner el partido 3-0. El primer objetivo, el de mínima, estaba prácticamente cumplido.

Boca salió a jugar el complementario con la noticia del segundo tanto del Toluca ante los peruanos, lo que le aportaba más tranquilidad para buscar el cierre del partido en Liniers. Los locales siguieron explotando su superioridad y fueron por la goleada. Bolívar, en cambio, no ofrecía ya resistencia y a duras apenas generaba llegadas.

De un avance de Palacio, que terminó en centro jugado a la cabeza de Palermo, nació el 4-0; fue del boliviano Tordoya, en contra, cuando intentó despejar de cabeza el envío de Palacio. El 5-0 fue obra de Dátolo, que recibió en el vértice del área tras un desborde de Clemente Rodríguez, se acomodó y puso la pelota con la zurda sobre el palo derecho de Zayas. Marioni, que había ingresado por Palacio cuando Russo entendió que ya estaba asegurado el objetivo, anotó el 6-0, con una linda definición de zurda ante la salida de Zayas, y después el 7-0, tras una buena pared con Boselli que le permitió definir cruzado ante la salida del arquero.

En México, Toluca ganaba ya 3-0 y quedaba en la primera posición del Grupo 7, pero a Boca eso ya no le importaba. Estaba, el equipo de Russo, forjando la mayor goleada de su historia en la Copa Libertadores y, de paso, comenzaba a pensar en la serie frente al Vélez de La Volpe.