xPuede parecer una paradoja, pero el fútbol juvenil argentino, el mismo que se señala como ejemplo para los mayores que no consiguen hacerlo, el que ganó cinco de los últimos siete campeonatos mundiales, necesita una reestructuración a juicio del entrenador que lo condujo al último halago.

“Hay algunas cosas para hacer en los juveniles –dijo ayer Hugo Tocalli, el técnico del campeón mundial Sub-20 un día después de su consagración en Toronto–. Hay que tratar de mejorar el interior del país, el apuro en la venta de jugadores, todas esas cosas. A ver si podemos poner un granito de arena para que se pueda controlar. Por el solo hecho de tener buenos jugadores no se ganan títulos, sí partidos. Los equipos son los que se quedan con los campeonatos.”

Suena curioso, porque uno de los temas delicados que Tocalli quiere abordar –el de la venta de futbolistas tan jóvenes al exterior– está vinculado directamente con el éxito rotundo de los seleccionados juveniles de los últimos tiempos. No es casualidad que el primer campeón juvenil argentino, el de 1979, aun con consagrados como Diego Maradona o Ramón Díaz, haya sido el que menos jugadores tuvo que luego se afirmaran en Primera o triunfaran en el exterior: era la época en la que todavía no se vendían masivamente.

Hoy, con esa exportación de talento tan avanzada, se crean las condiciones para que futbolistas como Sergio Agüero, astro en el Atlético Madrid con menos de 20 años, tenga una experiencia futbolística rara en jóvenes de su edad o en la mayoría de los jugadores que disputan los torneos Sub-20, y para que otros jóvenes ocupen en Primera los puestos que Agüero y compañía dejan libres al irse al exterior: la mayoría de los futbolistas que alistó Tocalli en este equipo campeón ya tenían experiencia de Primera. No por casualidad las figuras del equipo fueron Ever Banega y Maxi Moralez, titulares en Boca y Racing, respectivamente.

“Me parece que hay un lapso, desde que terminan con la Sub-20 hasta que comienzan a jugar en la Selección mayor, en que algunos jugadores se nos pierden –afirmó Tocalli–. Eso es lo que yo quiero tratar de recuperar de alguna forma y eso es también lo que voy a hablar con (el presidente de la AFA, Julio) Grondona.” Esa “pérdida” de la que habla Tocalli puede estar emparentada con la puesta en nivel que alcanzan los jugadores de la Selección puestos a competir con otros que ya tienen una experiencia similar, con igual o superior cantidad de partidos en Primera. Allí es donde se “pierde” la ventaja competitiva de esta etapa.

“Por suerte se logró lo que uno viene a buscar a los mundiales, que es la formación de los jugadores como para entregarle al técnico (de la Selección) jugadores que tengan siete partidos en un mundial”, afirmó Tocalli, que viene de vivir la experiencia opuesta: él fue el ayudante de campo de José Pekerman en el Mundial de Alemania, cuando la Selección Argentina estuvo integrada por mayoría de jugadores que habían sido campeones mundiales juveniles con el entrenador entre 1995 y 2001: Riquelme, Aimar, Saviola, Cambiasso, Coloccini, Cufré, Maxi Rodríguez, Franco, Sorin, Scaloni, Burdisso y hasta Ustari y Messi, campeones mundiales juveniles en 2005 bajo la dirección de Francisco Ferraro, elegido para esa función por Pekerman, que había pasado a dirigir la Selección.

“Nunca dije que quería dejar el seleccionado argentino y Grondona tampoco dijo que tenía que irme –insistió Tocalli, cuyo contrato vence en septiembre próximo–. Fueron trascendidos y por eso no tiene sentido hablar del tema. Dirigir a los juveniles es algo que me encanta y por lo que me desvivo. Pero –avisó– no quiero más ir y formar la Sub-17 y la Sub-20 para jugar un mundial. Quiero hacer cosas más importantes para el fútbol juvenil argentino.”

En la euforia de la Copa América, antes de que la Selección Argentina perdiera la final contra Brasil, Grondona tuvo algunos comentarios despectivos contra el desempeño de Pekerman en Alemania, lo que motivó una encendida defensa de Tocalli y la presunción de que el entrenador ahora campeón dejaría el cargo tras el Mundial.

A ese respecto, Tocalli señaló en Canadá que “cuando todos hablaban de que me iba y llegaba otro (en referencia a Antonio Mohamed, entrenador de Huracán) yo estaba arreglando con Grondona y el Gobierno abrir dos centros de formación de juveniles en el interior del país. Si en septiembre puedo lograr las cosas importantes que quiero para el fútbol juvenil entonces me quedo”, finalizó.