Desde Melbourne

Corrieron y sufrieron más de la cuenta, pero al final tanto Juan Mónaco como David Nalbandian triunfaron y mañana lucharán por un lugar en los octavos de final del Abierto de Australia. “Siete. Voy mejorando, mejorando”, dijo Nalbandian, número 10 del mundo, tras imponerse al australiano Peter Luczak 4-6, 7-5, 6-4, 6-1 en un intenso encuentro. El cordobés, que enfrentará al español Juan Carlos Ferrero, se había autocalificado con un “seis” en su debut del martes.

“Siempre confié en mi juego y en mi físico”, sintetizó Mónaco, que ganó uno de los partidos más heroicos de su carrera al derrotar al estadounidense Amer Delic. Mónaco, 21º favorito del torneo, se impuso a Delic 6-3, 7-6 (8-6), 5-7, 6-7 (8-10), 8-6 en una ventosa y soleada jornada en Melbourne Park. Su próximo rival será el checo Tomas Berdych.

Muy diferente fue en cambio el día para Juan Martín del Potro, que cayó por 6-4, 6-4 y abandono ante el español David Ferrer, número cinco del mundo. Del Potro, de 19 años, tenía el dolor y la decepción reflejados en el rostro. “Me da mucha tristeza lo que me pasa. Cuando todo esto pase tendré que empezar el año de nuevo.”

“En el tercer set ya no podía seguir, me dolía mucho el lado izquierdo, y era un papelón sacar con slice. Yo quería seguir, pero después te das cuenta de que estás haciendo papelones”, dijo el 53º del mundo, que llegaba esta noche a la Argentina y espera saber la razón de sus problemas en la espalda. “Me voy a hacer tres estudios el sábado (por mañana), y tengo varios diagnósticos. Según el más optimista, solo tendré que parar 15 días. El más pesimista dice que estaría tres meses sin jugar.”

Mónaco no sufre de pesimismo, es puro optimismo y seguridad, aunque se haya complicado su partido mucho más de la cuenta. El argentino ganaba por dos sets a cero, 5-3 y su servicio, pero no pudo definir. “Yo lo veía muy cansado, me relajé un poco, al verlo ir a menos me confié un poquito y me salió mal. Después tuve que trabajar dos horas y media más”, reconoció.

Lo tenía ganado y dejó pasar la oportunidad. Ahí comenzó una larga lucha, casi un nuevo partido, con Mónaco sufriendo como no lo había hecho hasta entonces. El argentino cree que Berdych es favorito en los papeles, pero que “todo se acaba” una vez que se entra a la cancha.

Por unos instantes Luczak hizo pensar que también podía acabarse el camino de Nalbandian en Australia. Durante buena parte de las dos horas y 42 minutos del encuentro Nalbandian debió exigirse al máximo ante un rival, de 28 años y 90º del ranking, que jugó sin ningún tipo de complejos. El argentino convirtió 19 aces contra 15 del australiano nacido en Varsovia, en todo un símbolo de un choque veloz y agresivo. Sólo en el set final, desparramado, exigido, Luczak se rindió. Cedió su servicio para 2-0 y Nalbandian se subió al tren de la victoria.

“Lo di vuelta a tiempo, porque él empezó jugando muy bien, y yo no tan fino. Eso sí, saqué muy bien todo el partido. Sacar fue lo mejor y lo más parejo que hice”, analizó Nalbandian, que ya piensa en el choque con Ferrero. “Es un gran jugador que está volviendo a su mejor nivel. Va a ser una muy buena puesta a punto. O me quedo afuera o voy para adelante.”

Ferrero tiene claro que la misión es difícil, pero de ninguna manera imposible. “Nalbandian es una piedra”, dijo el ex número uno del mundo. “Le corre mucho la bola sin hacer apenas esfuerzo, y te mete mucha presión con su devolución, es un gran restador. Tampoco falla mucho, es mentalmente muy fuerte. Cuando se junta todo, es un jugador muy completo”, sintetizó.