En medio del tironeo entre Tigre y Estudiantes por su pase, el delantero Leandro Lázzaro debió volver a entrenarse con el conjunto de Victoria. “Parezco el malo de la película, pero sólo acato las órdenes. Ya no sé dónde estoy parado”, declaró Lázzaro, quien ayer se había despedido de sus compañeros de Tigre y armado las valijas para irse de la pretemporada, y ayer se entrenó normalmente con el grupo que dirige Diego Cagna. La traba en la negociación es económica: Tigre le reclama a Estudiantes 300.000 dólares para desactivar el contrato del jugador que vence en junio.