“Vélez lo merecía porque fue el equipo más sólido, regular, el que menos perdió, un solo encuentro, y salvo algún partido, con Racing o con Gimnasia, los demás resultados que tuvo fueron meritorios y esa regularidad que lo llevó a pelear hasta la última fecha lo hace digno de ser campeón”, sostuvo Ricardo Gareca, el entrenador del equipo campeón. “Vélez tuvo dos partidos para ver si estaba a la altura de la situación para ganar el campeonato, y tanto Huracán como Lanús parecían más favoritos que Vélez, como que era un equipo que debía demostrarlo” señaló. “Si bien Lanús es un gran equipo y pudo habernos liquidado en los diez o quince minutos del segundo tiempo, a lo largo de los 90 minutos creo que Vélez fue mejor que Lanús –opinó Gareca– y el domingo, más allá de alguna situación favorable a Vélez o a Huracán, en las que el árbitro se puede equivocar, en el análisis Vélez fue más.” El entrenador defendió a su equipo asegurando que “diez o quince toques no hacen una jugada. Escuché muchos comentarios sobre que Vélez utilizaba el pelotazo, como si no fuera una alternativa importante para ganar el partido”, se quejó. “La gente tiene que saber que dentro del desarrollo del juego, en un partido definitorio de un título, promoción o descenso, pareciera que un pelotazo no fuera parte de lo que significa el juego y como si se ganara ilegítimamente, como si tuviera que haber diez o quince toques para que tenga validez.”