El Abierto de Buenos Aires todavía no pudo tomar el color esperado. Las primeras jornadas no exhibieron el marco ideal, y recién ayer se pudo observar un poco más de público durante el encuentro que protagonizaron David Nalbandian y Carlos Berlocq. Una de las razones fundamentales es la falta de figuras y, sobre todo, la ausencia de Rafael Nadal fue un golpe duro para los fanáticos del tenis. El español prefirió no viajar a Argentina, luego de ganar el título en San Pablo. De esa manera, un solo top-ten integra el cuadro principal, el español David Ferrer. “Es una lástima que no haya venido Nadal, hubiera sido todo diferente. Además, seguro llegaba a la final”, destacó Nicolás, un joven que carga su bolso con muchos sueños de grandeza dentro de este deporte.

Otro jugador que se encuentra cerca del lote de los diez elegidos es el también español Nicolás Almagro, que ocupa el decimoprimer puesto del ranking, pero no posee la aureola de los que están por encima suyo. “Si estaban Del Potro y Nadal habría quedado chico el Lawn Tennis. Ellos dos te aseguran una gran cantidad de gente por día”, explicó Norberto, pasados los 50, quien acompaña a su hijo.

El clima tampoco viene colaborando con el torneo, ya que a la lluvia del martes se le sumó ayer otra tarde fresca y pasada por agua. Y así la gente espera hasta último momento para comprar sus entradas. Los turnos de la noche son los más caros, debido a que la diferencia de dinero puede superar los 100 pesos, según el sector donde se ubique. Por ese motivo, la Copa Claro espera que hoy pueda salir el sol en todos los aspectos.