“Los jugadores no pueden jugar, están quemados”, gritaba el médico de River, Pedro Hansing. Parecía claro que el segundo tiempo no podía comenzar a causa del grotesco episodio. Dos horas después, los futbolistas que sufrieron los efectos de la agresión seguían recuperándose en pleno campo de juego.

El gas pimienta, el químico que presumiblemente se arrojó en el túnel visitante, se consigue desde 85 pesos en la web y provoca ardor y hasta ceguera temporal. El ingrediente activo de este producto es la capsaicina y produce irritación de ojos, dolor e incluso ceguera temporal. Por comercializarse en pequeños envases puede transportarse fácilmente en un bolso o bien en los bolsillos de una campera. Sin embargo, para entrar a las canchas los policías suelen palpar, y en estos partidos son varios los cacheos.

En el portal de compra y venta online mercadolibre.com.ar el gas pimienta puede conseguirse a partir de los 85 pesos, donde describen al producto como “especial para defensa personal, policía, seguridad, vigilancia”. Y se agrega: “El aerosol de pimienta es un agente inflamatorio. Causa el cierre inmediato de los ojos, dificultad de respiración, picor de nariz y tos. El efecto promedio dura alrededor de 30 a 45 minutos, con efectos disminuidos que duran horas”.

Efectivos de la Policía Federal labraron un acta al borde del campo de juego y secuestraron camisetas de los futbolistas más afectados: Matías Kranevitter, Lionel Vangioni, Ramiro Funes Mori y Leonardo Ponzio. La idea es analizarlas químicamente para determinar qué tipo de producto se arrojó en la manga.

Un médico de la Conmebol llegó a decir que había jugadores con “quemaduras de primer grado”. “Hay que llevarlos al hospital”, se quejaba Matías Patanian, vicepresidente segundo, uno de los que ingresaron intempestivamente al campo de juego junto al titular riverplatense, Rodolfo D’Onofrio, que minutos antes caminaba tranquilamente en el pasillo exterior del palco en el que había visto el primer tiempo, detrás de los pupitres de prensa. “¿Qué mierda hacen acá?”, gritó Diego Markic, ayudante de campo del entrenador de Boca, Rodolfo Arruabarrena, que había reaccionado con fuerza a, aparentemente, algún comentario del dirigente.

Los jugadores de River lograron retirarse del campo de juego a la 0.20 de hoy, más de dos horas después de haber recibido la agresión; sus colegas de Boca salieron cinco minutos después, antes de que el árbitro Darío Herrera y sus colaboradores abandonaran el escenario.