Javier Mascherano pidió calmar los ánimos entre los hinchas antes de la final con Chile y aseguró que “acá no hay guerra”. “Vamos a jugar una final, no una guerra. No hay que meter el deporte en el medio de la política”, pidió uno de los máximos referentes de la Selección Argentina, en un mensaje adulto y conmovedor. “El deporte es sano, y debemos dar el ejemplo a los chicos, para que no crezcan con un nivel de violencia. Somos países hermanos y tenemos que respetarnos como tales”, insistió el jugador del Barcelona, ante la rivalidad manifiesta entre los hinchas argentinos y chilenos.

“Entiendo que sea una causa nacional tanto para los chilenos como para los argentinos, pero no tenemos que perder de vista el respeto. Los principales protagonistas del espectáculo somos los jugadores y tenemos que dar el ejemplo. No tiene que haber agresiones ni violencia”, afirmó el volante.

El ambiente se tornó hostil con la percepción de que la Argentina se transformaba en finalista: los locales silbaron el himno argentino antes del partido con Paraguay, en Concepción, luego se produjo un ida y vuelta de cánticos en las tribunas.

“Siempre el límite es el respeto al prójimo, tanto nosotros como ustedes (los periodistas) debemos bajar ese mensaje. Si bajamos la agresión y la violencia, nos estamos equivocando. Los valores del deporte tratan de ser sanos y de que la gente se divierta, no es una guerra, va a haber un ganador y un perdedor”, completó el capitán sin cinta que la Selección tiene en el campo de juego.

Mascherano aseguró que no ve “un claro favorito en la final” del sábado.

“Chile va a salir a atacar, porque es un equipo frontal. No voy a decir cómo le vamos a jugar porque sería darle una ventaja. El que haga mejor las cosas será el triunfador”, señaló, antes de recordar que “Argentina está en los primeros lugares del ranking FIFA y queremos coronarlo ganando algo”.