DEPORTES › LOS SECRETOS DEL CIENCIANO, QUE JUEGA ESTA NOCHE LA FINAL
Ternero, veteranos y tres dosis de maca
Es la gran sorpresa del fútbol sudamericano de fines del 2003, viene del Cuzco incaico donde fue fundado hace 102 años, se lo conoce como “la Furia roja”, se cargó a equipos como Sporting Cristal, Alianza Lima, Universidad Católica, Santos y Nacional de Medellín (el que eliminó a Boca) y aseguran que le debe su éxito a un entrenador de apellido Ternero pero que pegaba como una mula cuando jugaba, y a una extraña pócima: la maca. Es el Deportes Cienciano de Perú, el rival que viene a disputarle a River una porción de gloria.
El técnico del equipo es el peruano Freddy Ternero, un ex zaguero reconocido por su reciedumbre, que ha impuesto un estilo con orden y disciplina táctica que le ha dado, sino brillo, buenos resultados. Ternero logró en 1997 que un equipo alternativo de Perú fuera cuarto en la Copa América de Bolivia, con jugadores como Miranda, Rebosio y Roberto Palacios.
Al llegar a Cienciano, el entrenador apartó del plantel a los jugadores poco aplicados y confió en jugadores experimentados que, en muchos casos, eran considerados en la etapa final de sus carreras, como el arquero argentino Oscar Ibáñez y el delantero Germán Carty, ambos de 37 años. Carty es el goleador de la Copa. También transformó a los veteranos Alessandro Morán (31 años) y Juan Carlos Bazalar (35 años) en los basamentos del mediocampo, donde se afirma el equipo. Ocho de los 25 jugadores del plantel superan los 30 años, y sólo cuatro son menores de 22 años. Pero uno de ellos, Carlos García, es la revelación 2003 del fútbol peruano, por su clase futbolística que le ha valido la convocatoria a la selección.
Mucho se ha escrito sobre la fabulosa ventaja que significa jugar en el Cuzco, a 3400 metros de altura, pero como visitante este equipo ha cumplido una aceptable campaña, ganando tres de los cuatro partidos que jugó en esa condición, con una sola derrota (ante el Santos), con 9 goles a favor y 5 en contra.
El club fundado en 1901 ganó en 28 ocasiones la liga de Cuzco, pero sólo un torneo oficial en el fútbol peruano, el Clausura del 2001. Mucho antes de que la Liga de ese país se suspendiera, a fines de noviembre, Ternero había decidido priorizar la Copa.
Ese no sería el secreto más importante de este equipo sino un tubérculo andino, conocido como “maca”, que sirve para aumentar la energía de los jugadores. La empresa que distribuye comercialmente el producto es el sponsor del conjunto.
La maca, una raíz originaria de los Andes centrales peruanos, aumenta el deseo sexual, la producción y la movilidad de los espermatozoides, disminuye la depresión y la ansiedad y proporciona energía, según un estudio de la Universidad limeña Cayetano Heredia.
Julio Gutiérrez, gerente de la empresa, señaló que “se administró maca a los jugadores en una dosis de tres cápsulas por día, hasta alcanzar 1,5 gramo en total”. “A los 30 días se comprobó mediante una prueba basal de energía que se había mejorado en un 10 por ciento y a los 60 días hay resultados máximos de 32 por ciento”, agregó. “Esto es muy importante, dado que los incrementos en deportistas de elite no suelen ser muy altos.”