Ischia es una cara conocida y asociada al éxito de Boca. Pero su imagen ganadora no ha podido despegarse de Bianchi. En 1993, en Vélez, juntos consiguieron el Clausura ’93, Libertadores ’94, Intercontinental ’94, Apertura ’95, Clausura ’96 y la Copa Interamericana ’96. Después, tras un paso frustrado en la Roma, de Italia, llegaron a Boca, en cuya primera etapa obtuvieron el bicampeonato ’98-’99, Libertadores, Apertura e Intercontinental 2000 y la Libertadores 2001. Y ahí se separaron. Al frente de sus propios cuerpos técnicos, el éxito de Ischia no asomó. En Vélez consiguió, como mejor ubicación, un tercer puesto (Clausura ’03), pero armó el grupo con que Miguel Russo consiguió ganar en el Clausura ’05. Luego tomó Gimnasia, donde quedó marcado por una limpieza salvaje del plantel que no lo ayudó con los jugadores ni con los hinchas. Por último, tras una aceptable experiencia en el Junior de Barranquilla, tomó Central, club al que renunció por los malos resultados, dejando al equipo en zona de Promoción.