Hace algunos meses en la sede de Clacso en Buenos Aires, el investigador mexicano, Enrique Valencia Lomelí, presentó un análisis titulado “La (no) extraña persistencia de la narrativa de mercado en México”. En referencia al libro de Colin Crouch, La extraña no-muerte del neoliberalismo, Valencia Lomelí analizó la continuidad de una narrativa de mercado que lleva más de 30 años repitiendo un ciclo inagotable, a pesar de sostener un 50% de pobreza, un salario mínimo muy bajo y un crecimiento económico casi nulo.

Enrique Valencia Lomelí es profesor investigador Titular de la Universidad de Guadalajara (UdeG); profesor en la Maestría y Doctorado en Ciencias Sociales de la UdeG y miembro del Sistema Nacional de Investigadores en Meìxico. Fue coordinador del Centro de Investigacioìn Observatorio Social del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, en Guadalajara. El investigador mexicano es Doctor en Ciencias Econoìmicas por la Universidad de Pariìs VII, Mágister en Sociologiìa por la Universidad Iberoamericana de Meìxico y posee un diplomado de Estudios en Economiìa por las Universidades Pariìs I (IEDES) y Picardie (Amiens), Francia. Coordinador del Grupo de Trabajo, Pobreza y Políticas Sociales (2010-2016) de Clacso y fundador y presidente (2013-2016) de la Red Mexicana de Investigación en Política Social. Ha sido consultor de varios organismos internacionales (CEPAL, BID- INDES, Unesco, Unicef y PNUD) y profesor invitado en universidades mexicanas, francesas y coreanas.

Las puertas giratorias del sector público al sector privado y la articulación del ámbito nacional e internacional consolidaron una coalición tecnocrática que se jacta por haber alcanzado una estabilidad económica, que en palabras del investigador mexicano es “una estabilidad perversa”. Además, las políticas de transferencia de renta, una débil organización de la sociedad civil acompañada por una represión que retumba en la prensa mundial y las concesiones de las centrales sindicales allanan el terreno para legitimar la histórica receta neoliberal que, extrañamente, persiste.