DISCOS
Lanzamientos
DANCING GROOVE
Dancing Mood
Chicope Records, 2004
A la manera de las viejas y queridas big bands del ska, Dancing Mood pone a los vientos al frente para llamar al baile relajado. En su tercer volumen hay referencias a Dizzy Gillespie (A night in Tunisia) y Charlie Parker (Scrapple from the apple), pero también a los Skatalites, con Police woman y They laughed. Y aparece por allí su invitada habitual, Mimi Maura, que les pone el tono justo a A groovy kind of love y The look of love, clásico de David/Bacharach. Los tipos son expertos en lo suyo. Y se nota. E. F.
BLUE NOTE REVISITED
Varios
EMI/Blue Note, 2004
El Blue Note Remix
Project sigue dando
material, y está bien. En este
nuevo volumen que une a viejos gatos del jazz con modernos remixadores, monstruos como Donald Byrd, Wayne Shorter, Grant Green, Michel Petrucciani, Horace Silver y Gene Harris aparecen resignificados y remezclados por gente como Jazzanova, La Funk Mob y Kyoto Jazz Massive. Y los trece tracks resultantes, capaces de volarle la peluca al más pintado, demuestran cuánta razón tenía aquel pionero llamado Guru. Un banquete. E. F.
HAI UN PARAISO
Luar Na Lubre
Warner, 2004
La música celta, según el receptor, puede funcionar como viaje a tiempos remotos, terapia new age, delirio místico, puerta de entrada –o de salida– a la “world music”, etc. Puede servir también como sedante o como activadora de conciencias nacionales. Luar Na Lubre, histórico grupo de folklore gallego, abre su música a todas estas posibilidades. Desde La Coruña, se expone al mundo con un recorrido musical profundo, rico en matices expresivos y abierto a otras culturas. El mensaje es contundente. Cada cual lo asume a su manera. F. D.
REINA DE CARTON
Flor de enchastre
Rioplatenses, 2004
El “enchastre”, aquí, alude menos a la suciedad producida por la mezcla irregular de diversos elementos que a la mezcla misma. El cruce de géneros (murga, candombe, tango, milonga) produce esa hibridez maravillosa llamada “música rioplatense”, que aparece estilizada en Reina de cartón, como si se hubiese pretendido darle un nuevo sentido a su mitología orillera. El virtuosismo coral y orquestal enriquece este puñado de canciones propias (a excepción de El pescante, de Manzi y Piana), aunque a veces, un poco de mugre no vendría mal. F. D.