El secretario de Agricultura Javier de Urquiza adelantó en una entrevista exclusiva a Página/12 las próximas medidas que implementará el Gobierno para el campo. El funcionario señaló que compensarán las subas de costos que puedan tener los productores en los cuatro años que dure el nuevo sistema de retenciones móviles. También indicó que se está por cerrar un acuerdo de precios con los productores de herbicidas, un insumo fundamental para la producción de granos. Y que se creará una línea de créditos específica para la tecnificación de los pequeños productores.

–Hace tiempo que no se ve a los productores agropecuarios tan enojados. Sus dirigentes afirman que las nuevas retenciones son confiscatorias. ¿Cuál es su opinión?

–Si uno toma el valor de la soja con las retenciones de diciembre, que eran del 35 por ciento, su margen bruto, por hectárea, en la mejor zona, era 1566 pesos por hectárea. Si se toma el actual esquema de retenciones, el margen bruto es 1752 pesos, el problema es que se quedaron pensando en lo que ganaban en febrero, que era una barbaridad y empujaba los precios internos de los alimentos hacia arriba.

–¿Qué pasa con los productores del Chaco y con todos los que están más allá de la Pampa Húmeda, que tienen rindes mucho mas bajos y fletes más caros?

–Hay dos alternativas en esos casos. Primero, si pesar de este aumento de retenciones siguen haciendo soja, deben tener rentabilidad. Pero, además, no todo es soja. También producen algodón, que subió un 60 por ciento su valor. También pueden hacer ganadería, pasturas, maíz, trigo. Los productores tienen que entender que les estamos dando una señal de que no podemos tener un país sólo sojero. Y que, por otra parte, necesitamos agregar valor agregado. El flete es caro, porque se trae el commodity a Rosario. ¿Por qué en Tucumán no lo transformamos en carne o en Tucumán no lo transformamos en leche? ¿Sabe cuánta leche incorpora Tucumán extra provincia? El 70 por ciento de su consumo. ¿Y cuánto de carne?: el 80 por ciento de su consumo. Entonces, se puede producir, agregarle valor y potenciar esa producción.

–Otra queja de los dirigentes del campo es que no fueron consultados antes de la medida.

–Se cumplió un año en febrero del primer incremento de los 4 puntos de retenciones a la soja que permitieron formar un fondo de compensaciones de 1500 millones de pesos, que ayer se completaron en su pago. En aquel momento presidía el país el presidente Kirchner y consultamos con las entidades del agro este tema. ¿Sabe cuál fue la respuesta? Negativa. Entonces, cuando dicen que no los consultan, bueno, hay decisiones que no se tienen que consultar, porque cuando hemos intentado consultar, la respuesta ha sido negativa. La propuesta de aquel momento, la definió el Presidente de aquel entonces, era compartir 2 puntos para el sector y 2 puntos para el Estado.

–¿Usted cree que, en general, la conducta del campo es que el Estado no intervenga?

–Esa es una filosofía que tiene el sector, pero tiene una incongruencia, porque también le dice al Estado “yo quiero que vuelquen mas plata en infraestructura, que me mejore la sanidad del país para que pueda ganar mercados, yo quiero que me de competitividad”. Ahora, si no interviniera el Estado, no tendríamos un tipo de cambio de 3,17. Entonces, ahí es cuando a veces se producen las asimetrías en las distintas posiciones. Por otra parte, a veces les cuesta entender que aparecen situaciones de cambio, en las que no hay forma de que no aparezca un Estado interviniendo cuando ocurren estos fenómenos económicos como el actual. Si nosotros dejáramos que estos valores internacionales se volcaran al mercado interno, sobre todo en productos tan específicos como son los alimentos, donde somos un país productor, consumidor y exportador, estamos en dificultades. El incremento de los commodities en los últimos cuatro meses, de octubre a febrero, fue impresionante: la soja registró un incremento de casi el 70 por ciento, el girasol, un 75 por ciento y el maíz un 78 por ciento. Este es el aporte que se le ha pedido al campo para que todos estemos incluidos en este modelo. Pero manteniendo rentabilidad.

–Otro tema que generó polémica es que se ponga un techo a los precios de los granos durante cuatro años y los costos sigan libres.

–El tema de los costos es algo que siempre analizamos. Yo no creo que sea menor lo que se anunció ayer: se acordó con proveedores de fertilizantes una reducción de aproximadamente un 20 por ciento por ciento de los precios. Eso significa que, por ejemplo, en el caso del trigo, los costos de producción de plantación de trigo se reducen en un 12 por ciento. Y hay que tener en cuenta que también tienen un bajo costo del combustible, de los distintos servicios y que los salarios rurales son relativamente bajos. Además ya estamos negociando otro acuerdo para bajar también el precio de los herbicidas.

–Es difícil pensar en acuerdos de precios que duren cuatro años. Más difícil es estimar que los costos totales de producción se mantendrán. ¿Pensaron en alguna forma de vincular los costos al sistema de retenciones móviles?

–Cualquier diálogo que se quiera llevar adelante con el sector agropecuario se realizará a partir de que levanten el paro. Este gobierno no va a negociar bajo presión. Y las medidas que se van tomando se están estudiando hace rato y no tienen que ver con el paro. Dicho esto, lo que tenemos que hacer es un sistema que funcione como un espejo: un mecanismo de trabajo que no permita que la suba de costos se coma la rentabilidad. El campo se equivoca si cree que este gobierno quiere que no ganen plata.

–¿Van a hacer algo para que vuelvan a funcionar los mercados a término?

–Estamos trabajando en eso. Hoy nos reunimos acá con los representantes de las bolsas para armar los mercados a términos.

–En el caso de que se levante el paro, ¿qué otras medidas anunciarían?

–Avanzaremos en ver cómo podemos propiciar el crecimiento integrado de la producción para el crecimiento del país. Por ejemplo, elevar a cerca de 300 kilos el peso promedio del novillo. Así, con el mismo stock, aumenta la oferta de carne. Cuando usted aumenta la oferta de carne, tiene asegurado el consumo interno, que es parte de nuestra política, y saldos exportables superiores. Para eso seguramente estamos dispuestos a discutir con el sector medidas de estímulos para esa producción. Pero no lo podemos hacer en este contexto.

–¿En qué otros insumos podrían pactarse precios en los próximos días?

–También estamos trabajando toda la ecuación en el tema de que se instrumenten mecanismos para la implantación de pasturas. Porque si se quiere tener mas leche existen dos caminos: o pone más pasturas o concentra las vacas y les da alimento balanceado. Entonces estamos elaborando modelos de implantación de pasturas que nos permitan, con este crecimiento del área agrícola, haya una ganadería de mayor eficiencia. Y ese plan va a tener un presupuesto de 180 millones de pesos.

–¿Va a haber políticas específicas para pequeños productores?

–Sí. Vamos a acercarlos a las nuevas tecnologías. Queremos que un productor de 5 hectáreas pueda hacer siembra directa, ¿Por qué hace siembra directa solamente el que tiene un gran campo? Vamos a trabajar con el INTA para que los asesore y con el Banco Nación subsidiándoles un 3 por ciento sobre la tasa de los nuevos créditos pymes. Es decir que van a pagar sólo 9 por ciento para comprar una máquina. Con el ciento por ciento de financiación y a 5 años. Yo quiero que la pyme agropecuaria sea un actor fundamental en esto.