Cristina Fernández de Kirchner decidió ayer no renovar el mandato de Claudio Moroni al frente de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), vencido el 10 de diciembre, y en su reemplazo designó a Ricardo Echegaray, quien hasta ahora se desempeñaba como titular de la estratégica Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca). Oficialmente se informó que Moroni “renunció por problemas personales”, pero otras fuentes del Gobierno afirmaron que el cambio se impulsó para poner a un hombre de máxima confianza en un puesto clave. De este modo, se va uno de los últimos funcionarios cercanos al ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, aunque en la Casa Rosada informaron ayer a Página/12 que la intención es que Moroni se reincorpore en algún otro cargo luego de solucionar sus “problemas personales”. Incluso dijeron que el regreso podría ser a mediados de febrero.

El ahora ex administrador de la AFIP había ingresado al Gobierno como titular de la Sindicatura General de la Nación en octubre de 2004, cargo en el que se mantuvo hasta diciembre de 2007, cuando fue designado al frente de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). Allí estuvo apenas cinco meses, pues en mayo de este año asumió en la AFIP, cuando Carlos Fernández abandonó el cargo para jurar como ministro de Economía, en reemplazo de Martín Lousteau. Todas esas “movidas” fueron apadrinadas por su referente político, Alberto Fernández, pero cuando el entonces jefe de Gabinete abandonó el Gobierno, Moroni fue perdiendo poder. En las últimas semanas había tenido algunos traspiés que dejaron en evidencia su lejanía respecto del selecto grupo que toma las decisiones dentro del Gobierno. Había adelantado detalles sobre una moratoria impositiva que tuvo poco que ver con lo que finalmente anunció la Presidenta el 25 de noviembre. Pocos días después declaró a este diario que el Poder Ejecutivo estaba evaluando modificaciones en las escalas de la “tablita de Machinea”, pero negó que la misma fuera a eliminarse porque “el criterio de progresividad que estableció es el adecuado”. El 12 de diciembre la propia Cristina Fernández de Kirchner lo desmitió al anunciar en la quinta de Olivos su eliminación.

Moroni tenía vencido su mandato, acordado en el Senado, desde el 10 de diciembre (en realidad era el último tramo correspondiente al mandato de Alberto Abad) y lo que se hizo el Gobierno fue decidir su no renovación y, por lo tanto, su reemplazo. El funcionario desplazado se limitó a informar que su renuncia obedeció a “problemas personales” sobre los que no dio mayores detalles.

En su reemplazo asumirá Ricardo Echegaray. Un funcionario que llegó al gobierno nacional de la mano de Néstor Kirchner, quien lo designó titular de la Aduana durante su gobierno. En marzo de este año, la Presidenta lo desplazó de ese cargo, luego de una pelea que Echegaray mantuvo con el entonces titular de la AFIP, Alberto Abad, quien también perdió el puesto. Sin embargo, el empate no fue tal, porque a comienzos de abril Echegaray volvió al Gobierno para asumir al frente de la Oncca, organismo encargado de pagar las compensaciones a la agroindustria y de regular el comercio de carnes y granos.

Ahora Echegaray se dará el gusto de ocupar el cargo de su antiguo rival y lo hará en un momento clave, pues la AFIP es el organismo encargado de avanzar con la reglamentación de la flamante ley que dispone el blanqueo de capitales. Al frente de la Oncca quedará el contador Emilio Eyras, quien llegó al organismo junto con Echegaray y desde entonces se desempeñó como adjunto de la Presidencia.