Viernes, 9 de enero de 2009 | Hoy
ECONOMíA › LINEAMIENTOS DEL PLAN DE RELANZAMIENTO DE LA ECONOMIA DEL PRESIDENTE ELECTO DE EE.UU.
Barack Obama, el candidato demócrata que fue electo para suceder, a partir del 20 de este mes, a George Bush, presentó ayer su plan de rescate. Reducción de impuestos, más obra pública y consumo privado son ejes del proyecto.
El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, buscará impulsar la economía en sus primeros días de gestión a través de una reducción de mil dólares en impuestos por contribuyente para casi la totalidad de la población norteamericana. El sucesor de Bush adelantó ayer los principales lineamientos de su plan de relanzamiento de la economía, sobre el que puso toda su confianza para “evitar largos años de recesión”. A pesar del anuncio, los mercados se mostraron reacios a una mejora, y la tendencia se profundizó tras conocerse el relevamiento de ventas minoristas, que volvió a dar cuenta de la vigencia de la crisis. El deterioro de los indicadores se da a pesar de que el Tesoro estadounidense ya lleva gastados 267.000 millones de dólares del megarrescate aprobado en octubre pasado. En Wall Street, el Dow Jones operó toda la rueda en terreno negativo. En Europa, el Banco de Inglaterra redujo medio punto su tasa de interés, llevándola a un piso histórico de 1,5 por ciento anual.
Con un keynesianismo mejor entendido –aún no del todo comprendido– que su antecesor, el próximo presidente estadounidense buscará traccionar la mayor economía del mundo mediante el consumo, y no salvando a banqueros millonarios. Además de la propuesta de “reparar carreteras, puentes y escuelas”, Obama, quien asumirá el 20 de este mes, prometió un recorte de mil dólares en impuestos para el 95 por ciento de las familias. “Esto permitirá impulsar a las familias a volver a gastar”, justificó durante un discurso en Washington. El futuro jefe de Estado agregó además que será “la primera etapa de reducción de impuestos destinada a la clase media que había prometido en la campaña electoral y que será incluida en el próximo presupuesto”.
El costo del programa de rescate tendrá por lo menos 775.000 millones de dólares en dos años, que aumentará a corto plazo el déficit de las cuentas públicas. El presupuesto de Estados Unidos, por la crisis, cuenta para 2009 con 8,3 por ciento del Producto contra 3,1 del año anterior, según un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso. Ese organismo también anunció una contracción de 2,2 por ciento de la actividad este año, así como una tasa de desempleo de 9 por ciento en 2010, contra el 6,7 actual.
“Wall Street no funcionó. No creo que sea demasiado tarde para cambiar de orientación, pero lo será si no tomamos lo más urgentemente posible medidas cruciales. Si no se hace nada, esta recesión puede durar varios años”, advirtió Obama. Los puntos del relanzamiento económico que anunció son:
1. Duplicar la producción de energía alternativa en los próximos tres años.
2. Modernizar más de 75 por ciento de los edificios federales y mejorar la eficiencia energética de dos millones de viviendas.
3. Hacer inmediatas las inversiones para asegurar que en cinco años todos los legajos médicos en Estados Unidos estén computarizados.
4. Equipar escuelas, colegios terciarios comunitarios y universidades públicas con modernas salas de clase, laboratorios y bibliotecas.
5. Expandir la banda ancha a través de Estados Unidos, para que las pequeñas empresas en pueblos rurales puedan conectarse.
6. Inversión oficial en materia de ciencia, investigación y tecnología.
El incentivo se adiciona a los megarrescates que ya están en ejecución y que sólo el mes pasado representaron un gasto de 65.400 millones de dólares para el Tesoro. En la otra orilla del Atlántico, el gobierno francés puso a disposición del sistema bancario una segunda partida de 10.500 millones de euros para facilitar el crédito, elevando el desembolso a 21.000 millones.
Los bancos alemanes también solicitaron la ayuda del Estado, mientras el gobierno debió nacionalizar parcialmente el segundo banco del país, el Commerzbank, para rescatarlo de la quiebra. El Estado alemán comprará una participación de 25 por ciento más una acción en Commerzbank. Además, el fondo público de ayuda al sector bancario, Soffin, creado por el gobierno en octubre, pondrá 10.000 millones de euros adicionales a disposición de la institución. La operación evita la fusión con su rival, Dresdner, una de las operaciones bancarias más importantes de la historia alemana.
En otro nuevo intento por sacar del congelador la economía, el Banco de Inglaterra decidió reducir la tasa de interés a 1,5 por ciento. La decisión del Comité de Política Monetaria del banco, la cuarta baja consecutiva, deja el costo del dinero por debajo del 2 por ciento, por primera vez desde la creación de la institución en 1694, tras el drástico recorte acordado el pasado diciembre. Sin embargo, estudios privados advierten que el manotazo de ahogado no logrará sacar al Reino Unido de la recesión.
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