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Durante diciembre, la actividad de la construcción registró una fortísima caída del 34,2 por ciento en relación a igual mes del año anterior y del 9,3 por ciento respecto a noviembre, según el Indec. De esta manera, durante el 2001 se registró una caída acumulada del 10,8 por ciento. Los datos de la encuesta cualitativa, que mide las expectativas de las empresas para el primer trimestre del año en curso, resultaron altamente desfavorables. Alrededor del 70 por ciento de los empresarios consideraron que la situación empeorará y solo espera mejoras poco más del 5 por ciento. Las cifras corroboran la aceleración de la recesión producida desde septiembre y profundizada violentamente tras el corralito de diciembre.
Los datos corresponden al Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) que mensualmente difunde el Indec. Si se observan las cifras brutas de diciembre, sin la “suavización” estadística, se observa que la caída de diciembre contra noviembre alcanzó el 25 por ciento, mientras que la interanual llegó al 36,3.
Con estos datos, el ISAC desestacionalizado cerró el año en 75,7 puntos, cifra que representa su nivel más bajo desde que comenzó a elaborarse el indicador en enero de 1993.
El miércoles, la Cámara Argentina de la Construcción pidió una audiencia al presidente Eduardo Duhalde para reclamar la regularización de la deuda del Estado con el sector, la igualdad de moneda para los flujos activos y pasivos y la renegociación con los bancos para “resguardar la existencia de las empresas”. Ayer, empresarios de la construcción bonaerenses exigieron al sector público y privado la normalización de pagos y amenazaron, en caso contrario, con “paralizar la totalidad de los contratos en ejecución y no iniciar nuevas obras”.
En este contexto, el año terminó también con una importante disminución en las ventas de insumos sectoriales. Respecto del 2000, el 2001 mostró una baja en las ventas de pisos y revestimientos cerámicos del 15,9 por ciento, en hierro redondo para hormigón, del 14,8, en cemento, del 12,4. 11 por ciento en pinturas y 9,3 en ladrillos huecos, entre otros insumos.
En cuanto a la superficie a construir medida por los permisos de edificación para obras privadas en una nómina representativa de 42 municipios, diciembre mostró una impresionante caída interanual del 60,1 por ciento. El acumulado anual alcanzó así el 19,7 por ciento.
Al igual que el resto de la industria, la construcción comenzó a estancarse a partir del segundo semestre. Luego de un aumento interanual del 2,1 por ciento en julio, mes en que el gobierno de Fernando de la Rúa se propuso el “déficit cero”, la construcción cayó un 11,4 por ciento en agosto y 18,6 en septiembre. El último trimestre estuvo signado por el encarecimiento del financiamiento y la paralización de la obra pública. Así, la actividad se deterioró aún más. La caída de octubre fue del 18,1 por ciento, pasó al 21,2 en noviembre, para terminar el año con la profundización indicada.
Sobre las políticas que podrían incentivar la reactivación sectorial, los empresarios consideraron en primer lugar las políticas destinadas al crédito para la construcción. Luego de este punto común, tanto para quienes tienen por actividad principal la obra pública (en general las grandes empresas) como la privada (las más pequeñas), las prioridades cambian, los grandes empresarios ubican como segunda prioridad más flexibilización laboral.