El Gobierno y la Mesa de Enlace volverán a verse las caras luego de la interrupción de los encuentros políticos que encabezaban Débora Giorgi y Florencio Randazzo. La nueva reunión fue convocada para el próximo martes por Ricardo Echegaray, titular de la AFIP, con el objetivo de analizar el funcionamiento de las cartas de porte, los códigos de trazabilidad de granos (CTG) y el sistema de contrataciones dispuestos por el ente recaudador. Echegaray recorrerá con los ruralistas la “sala cofre”, lugar donde la AFIP tiene desplegado su sistema informático y de control que registra todas las operaciones. El funcionario invitó a las entidades luego de recibir una carta de la Mesa de Enlace –que había sido remitida a Giorgi, ministra de Producción– solicitando una “urgente audiencia” para solucionar las “trabas burocráticas” de los nuevos sistemas. Para marcar la cancha antes del encuentro, Echegaray aseguró que las cartas de porte y los CTG son mecanismos de control. “No hay que confundir estar en regla con trabas burocráticas”, enfatizó el funcionario.

El nuevo sistema de las cartas de porte entró en vigencia en febrero de este año. Antes eran entregadas por la Federación Agraria y algunas cooperativas. A su vez, el nuevo esquema de comercialización de granos, que quitó como intermediarios a las Bolsas de Cereales, empezó a funcionar el 1º de mayo. Estas medidas se complementaron con la implementación del Código de Trazabilidad de Granos, un instrumento de control que debe acompañar a las cartas de porte, que entró en vigencia hace cinco días. Tanto la Federación Agraria como las Bolsas de Cereales elevaron sus críticas a los nuevos sistemas. Los federados porque dejaron de percibir parte de los 200 millones de pesos anuales que costaban las cartas y las Bolsas porque dejarán de recaudar aproximadamente 33 millones de pesos, de acuerdo con la versión oficial.

La AFIP emitió desde el 9 de febrero hasta la fecha 2.457.538 cartas de porte, el 50 por ciento de las cartas emitidas el año anterior, cuando estaban en poder de la FAA. Desde el 4 de mayo, cada carta de porte tiene que contar con un código de trazabilidad de granos, que se puede obtener por clave fiscal, por teléfono o mensaje de texto. Los productores agropecuarios se quejaron porque las redes estuvieron colapsadas y eso generó un freno en la comercialización de granos. “Es igual que una autopista, cuando muchos autos quieren circular a la vez, se tapona”, explicó Echegaray. Para la AFIP, la situación se irá normalizando con el paso de las horas. Sin embargo, en cinco días se emitieron 187.905 CTG.

El titular de la AFIP invitó a la Mesa de Enlace –y también dejó abierta la posibilidad de llamar a las Bolsas de Cereales– para conocer por dentro el sistema informático de registración y control. “Esperamos que vengan a trabajar, a arremangarse. No será una reunión de debate ni de largos cafés. Vamos a trabajar sobre este tema puntual”, enfatizó Echegaray. La idea de complementar las cartas de porte con los CTG es fiscalizar que esos permisos no sean utilizados dos veces por el mismo camión, como ocurría cuando el sistema estaba en manos de la Federación Agraria, según denunciaron a este diario desde la AFIP.

El nuevo sistema de control del ente recaudador abarca tanto el movimiento de los granos por las rutas argentinas como los contratos de compraventa. Antes de la intervención de la AFIP, las transacciones se iniciaban con la emisión de una oblea por parte de las Bolsas de Cereales. Los cálculos que hicieron en el Gobierno es que esas entidades dejarán de percibir un 50 por ciento de toda su recaudación.

La AFIP informó ayer que ya se habían registrado vía web 3365 contratos, de los cuales 1111 contaban con todos los requisitos solicitados y 1828 estaban en gestión. El total de toneladas registradas ascendió a 776.450. Anteayer, los contratos registrados habían sido 1426 (un 72 por ciento de soja, un 18 por ciento de maíz y un 3 por ciento de trigo, girasol y sorgo).

Este nuevo sistema de comercialización cuenta con tres etapas. La primera es la registración de los contratos a través de la web de la AFIP. La segunda y la tercera incluirá a la Oncca, donde se cruzará la información de los contratos con las hectáreas declaradas por cada productor y la capacidad de almacenamiento de los acopios. Toda esa información será cruzada con los datos de las cartas de porte y los CTG, para relevar si lo informados en los contratos es igual a lo que se mueve por las rutas. El martes, la Mesa de Enlace verá por dentro cómo funciona el sistema que seguirá de cerca las operaciones agropecuarias, caracterizadas por una gran informalidad.

“Si alguien opina sin conocimiento, nuestro objetivo es clarificar las cosas. La gestión se realiza con hechos y no con declaraciones. Vale la pena leer bien las regulaciones antes de criticar. Hay que leerlas para saber cómo son las reglas de juego. De a poco iremos empujando, ayudando, para que todos los productores queden dentro de la formalidad”, aseveró Echegaray.