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La economía brasileña entró oficialmente en recesión al acumular dos trimestres consecutivos de caída en la actividad. Tal como había anticipado anteayer el ministro de Hacienda, Guido Mantega, el Producto Interno Bruto (PIB) de ese país se contrajo un 0,8 por ciento en los tres primeros meses del año en comparación con el último período de 2008, de acuerdo con cifras difundidas ayer por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística. La información generó duras críticas de parte de cámaras empresarias y de la oposición al gobierno, mientras que el presidente Lula da Silva se mostró “satisfecho” con los resultados.

De acuerdo con los números oficiales, la mayor economía de América latina se contrajo 0,8 por ciento en el primer trimestre del año respecto del último del año pasado y un 1,8 por ciento contra el primero de 2008. El cuarto trimestre del año pasado había arrojado una caída de 3,6 por ciento para el PIB brasileño. Es así que entró “técnicamente” en recesión, sumando dos caídas consecutivas.

Las principales centrales obreras y líderes opositores a Lula criticaron las políticas económicas del gobierno tras divulgarse el dato oficial de recesión. Sin embargo, el mandatario focalizó en la recuperación respecto del pésimo desempeño del último trimestre del año pasado, señalaron sus ministros. En una rueda de prensa, Mantega señaló que “el presidente Lula quedó satisfecho con este resultado, porque demuestra la capacidad de recuperación de la economía brasileña”. El funcionario dijo que el resultado fue mejor al esperado, pues “nadie acertó”. “Todo el mundo estaba hablando de que el PIB iba a caer 3, 2,5 o 2 por ciento y en verdad la caída fue sólo del 0,8 por ciento”, agregó.

El dato influyó también en la operatoria bursátil. La plaza de San Pablo cerró con un retroceso de 0,9 por ciento en índice Bovespa. Luego de operar en terreno positivo, la plaza invirtió su trayectoria en respuesta a la publicación del dato de actividad económica. La suba en el precio internacional del petróleo tampoco evitó la pérdida de un uno por ciento en los papeles preferenciales de la estatal petrolera Petrobras, líderes del mercado brasileño de acciones. En la plaza cambiaria, la moneda local se apreció un 1,5 por ciento frente al dólar, para concluir la sesión en 1,937 reales por billete verde.