Frente a los ya cotidianos exabruptos de los dirigentes del agro, Sergio Urribarri, gobernador de Entre Ríos, le devolvió las gentilezas a su compatriota Alfredo De Angeli. “Está enfermo de protagonismo” y “no va a descansar hasta incendiar la provincia”, manifestó el mandatario. Fue en respuesta a agravios del titular de la Federación Agraria entrerriana.

En una vuelta del lockout a todo volumen, los ruralistas arremetieron contra Ricardo Echegaray y contra los diputados nacionales. Al primero por denunciar que un porcentaje importante de productores son evasores, y a los legisladores por no responder directamente a sus pretensiones. Por su parte, De Angeli había dicho que Urribarri impidió que los dirigentes agrarios realizaran un acto en el Palacio San José de Concepción del Uruguay, agregando que al gobernador “no le da la cabeza”. Claro que para los dirigentes el “clima beligerante” lo sigue creando el Gobierno.

“Espero que, como lo ha hecho 12 o 14 veces, se arrepienta y pida disculpas”, manifestó el gobernador ante los agravios. Pero acto seguido le contestó: “A De Angeli no le interesa encontrar soluciones, sólo hacer lío”, y aseguró que al dirigente “muchos sectores de la comunidad ya le han picado el boleto”, en relación con una falta de crédito.

“Parece que De Angeli no va a descansar hasta incendiar esta provincia”, cargó Urribarri. “Está empeñado en hacer que los entrerrianos nos enfrentemos entre nosotros. Es un provocador profesional, está enfermo de protagonismo y por ello ha sacado de las casillas hasta a sus propios compañeros de la Federación Agraria, que más de una vez lo han mandado al psicólogo”, agregó, haciendo referencia a la profunda disputa interna en la federación frente a Eduardo Buzzi.

El gobernador se manifestó “preocupado y ofendido”, pero en un intento de bajar los ánimos, aseguró que “esto para nada corta el diálogo”.